El Barça resiste en la agonía

El Barça ha dejado de ser aquel equipo que se desmoronaba a las primeras de cambio

Un De Jong imponente salvó a un Barça muy castigado de nuevo por la falta de efectividad

Riqui Puig fue titular ante el Rayo... ¡y la escuadra evitó su gol!

Riqui Puig fue titular ante el Rayo... ¡y la escuadra evitó su gol! / RFEF

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Otra vez con agonía y de nuevo con suspense, pero el Barça da otro pasito adelante en la Copa. Ya está en cuartos de una competición que puede ser su particular salvavidas esta temporada. El camino más corto para lograr un título. Una pequeña alegría para una campaña definida por Messi como de transición.

Cuesta recordar un Barça que necesite tantas ocasiones para marcar un gol. Y eso nunca son buenas noticias para un equipo que compite por los títulos. Los equipos grandes acostumbran a tener dos constantes: son efectivos y también ganan cuando no juegan bien. En Vallecas el Barça solo cumplió con la segunda. 

Tuvo más el balón que el Rayo pero durante muchos minutos se jugó a lo que quería Iraola. Fue un Barça muy vertical, demasiado pendiente de hacer daño a la defensa adelantada del Rayo. Y al que le faltó pausa y le sobró precipitación.

Messi fue uno de los que más lo sufrió, a pesar de estar acompañado por futbolistas como Griezmann, Trincao o Riqui Puig. 

Riqui Puig, titular hoy

Riqui Puig, titular hoy / JAVI FERRÁNDIZ

El canterano siempre le da otra velocidad el juego, pero ante el Rayo jugó demasiado acelerado, buscando el último pase. Tratando de demostrar demasiadas cosas y demasiado rápido. Tics habituales de jugadores que no tiene continuidad. Pero no fue eso lo que más penalizó al Barça.

Lo que castigó al conjunto de Koeman fue desaprovechar innumerables ocasiones. Se viene quejando el holandés toda la temporada de la falta de efectividad y concentración. Y se repitió ante el Rayo. 

En el peor momento, porque esta Copa no concede segundas oportunidades. El Barça se chocó con el palo en varias ocasiones y se fue desanimando a base de perdonar y perdonar. Tanto perdonó que el Rayo se terminó creyendo que podía estar en cuartos.

Tantas ocasiones desbarató que los de Iraola acabaron por adelantarse en el marcador sin que el Barça se diera por enterado. En la foto del gol volvió a salir Lenglet, al que se le ven todas las costuras desde que se lesionó Piqué.  

El gran cambio

Estaba el Barça fuera de la Copa a poco más de 20 minutos para el final. Y Koeman dio un volantazo: tres cambios de golpe. Pedri, Alba y Dembélé.

Con el abismo a un costado, reaccionó el equipo. Y fue Messi el que dio aire al Barça tras una gran asistencia de Griezmann. El decimoctavo del argentino al Rayo. Un gol salvador que llegó acompañado de una mejora general del equipo. 

Los cambios dieron estructura al equipo. Y desde un camino reconocible, el que marcan De Jong, Pedri, Busquets y Alba, el Barça encontró la victoria.

De Jong, el Factor X

Marcó De Jong, que se ha convertido en el gran llegador. El Factor X del equipo. Un futbolista que más que estar aparece.

Un futbolista que ha sufrido una reconversión asombrosa. Ha pasado de ser influyente en la base de la jugada a estar pisado constantemente el área. 

Ante el Rayo apareció varias veces, siempre con peligro. Hizo un palo, merodeó el gol, y terminó dando el pase a cuartos de final al Barça.

Ahora sí ya es una realidad: por fin Frenkie de Jong es una pieza diferencial en el Barça. Pero lo está siendo con un rol insospechado. Aportando con más goles que en toda su carrera.

A estas alturas el holandés ya suma un gol más que en todos sus años con el primer equipo del Ajax. Siete con la camiseta azulgrana, cinco esta temporada, cuatro en el último mes.

Es un De Jong desencadenado. El holandés fue clave en la reacción de un Barça que es un equipo mucho más fuerte mentalmente que hace solo unos meses.