¿Por qué el Barça quiere doblar la posición de pivote?

Ha sido uno de los grandes dolores de cabeza de la temporada. La posición de ancla, de 'stopper', de metrónomo. La herencia 'envenenada' de Sergio Busquets, amo y señor del pivote del FC Barcelona durante los últimos 10-15 años. Una sombra imposible de rellenar y una transición mal gestionada por el club, que fue postergando la decisión y la inversión por un pivote mientras al de Badia le quedaron pilas.

Christensen se gana seguir

Llegó Oriol Romeu. Empezó jugándolo todo y rindiendo sorprendentemente bien. Incluso, dentro de esos juicios premeditados que a menudo hacemos, logró por momentos pensar que no echaríamos de menos a 'Busi'. Pero dio un bajón, se hundió a nivel de confianza y ya no ha sido capaz de salir de ese 'hoyo'. El propio futbolista lo ha reconocido: El inicio fue bueno, disfruté de los partidos, pero luego el rendimiento bajó. Entonces, es más un tema personal: ¿Cómo puedo recuperar mi mejor versión y volver a disfrutar jugando, como hacía la temporada pasada?".

RECICLANDO

A partir de ahí, Xavi ha ido reinventando a futbolistas e intentando encontrar soluciones. De Jong, Gündogan, Sergi Roberto. Hasta Pedri ha pasado por esa base del cuadrado. Hasta que dio con Andreas Christensen. Ya venía probándolo desde meses atrás por delante de la defensa. Por su buen manejo de balón, lectura de juego y, sobre todo, físico y despliegue le cuadraba. Faltaba dar el salto competitivo.

Una vez acumuló partidos, cumplió el expediente de forma más que digna. Lógicamente, algunas lagunas en el juego dinámico, el recibir de espaldas y ocupar el espacio. En cualquier caso, ha sido un 'tormento' para el técnico egarense. Más aún cuando insistió el verano pasado hasta la saciedad en incorporar a un pivote contrastado. No pudo ser por un asunto de 'fair play' y se contentó con Oriol Romeu, que había rendido bien en Girona pero era un melón por abrir en cuanto a cargar en sus espaldas a todo un Barça.

PRIORIDAD NÚMERO UNO

Una temporada que ha servido, sin lugar a dudas, para que la comisión deportiva se convenza al 100% de que la prioridad absoluta para el próximo mercado de verano es clara. Un pivote contrastado, de nivel TOP y que haya una garantía (dentro de que es imposible al 100%) de que pueda adaptarse al ecosistema del Barça.

En ese sentido, Joshua Kimmich y Martín Zubimendi son las dos piezas codiciadas. El jugador de la Real era el elegido por Xavi ya desde el verano pasado. Está prendado de él, de cómo interpreta el juego. Ya contamos en SPORT esta semana que sus agentes se vieron con Deco y que 'constataron' lo que más o menos se sabía. Si se le quiere fichar hay que abonar la cláusula de 50 millones. El chico tiene predisposición.

Joshua sería más asequible. Por el hecho de que tiene 29 años y porque termina contrato en 2025. Y porque parece que su ciclo en el Bayern ha terminado. Más allá de ese pivote TOP, se trabaja (apalabrado ya) paralelamente con otro pivote de perfil más bajo. De rotación. El calendario de la próxima campaña es muy denso y no se quieren repetir errores. Guido sabe perfectamente cuál sería su rol.