Barça y Porto ya sienten el aliento del Shakhtar

El cuadro ucraniano se ha impuesto al Amberes en un duelo con poco brillo, pero en el que los de Pusic han tenido bastante más claro a qué jugaban

Los belgas, últimos ya matemáticamente, dirán adiós a la Champions recibiendo al Barça y habiendo dado una pobre imagen

Shakhtar - Amberes | El gol de Mykola Matviyenko

Matviyenko anotó de cabeza y dio la victoria al Shakhtar / TELEFONICA

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Nueve puntos de 15. Espectacular dadas las circunstancias la fase de grupos del Shakhtar en esta Champions. Los ucranianos han vencido al Amberes y meten máxima presión a Porto y Barça.

Dispuesto a mantener vivo su sueño, el Shakhtar salía al frío Volksparkstadion, convertido en un segundo hogar mientras dura el conflicto en Ucrania, con el objetivo indivisible de sumar tres puntos ante un Amberes desahuciado. Eso era sinónimo de mantener opciones para octavos.

Con las ideas bastante más claras, el exiliado cuadro de Donetsk lleva la iniciativa. Y empezaba a generar peligro. Newerthon tenía la primera en un tiro buscando el palo largo que salía ligeramente desviado. Y en el 13’, tras un monólogo de los de Pusic, Matviienko remataba al fondo de la red de cabeza un centro lateral de Zubkov.

POQUITO DE LOS DE VAN BOMMEL

El gol espoleó ligeramente al Amberes. Ya sin opciones casi de nada, el cuadro de Van Bommel se acercaba con un centro peligroso de Kerr en el 22. Nueve minutos después, una clara de verdad. Muja hacía lucirse a Riznyk con un tiro muy potente. Antes del descanso pudo anotar el segundo Newerthon, pero Butez sacaba como podía y Sudakov mandaba fuera por poco el rechace. 1-0 al descanso. 

Sudakov jugando contra el FC Barcelona

Sudakov jugando contra el FC Barcelona / EFE

Empezaba con otro aire el Amberes el segundo tiempo. Pedía un penalti Janssen y en la acción siguiente Azarov, una de las caras nuevas respecto al día del Barça, reventaba el travesaño con un zurdazo. Un puñado de minutos después era el incombustible Stepanenko quien impactaba con la madera.

Los últimos 20 minutos se convertían en quiero y no puedo de un equipo belga repleto de carencias. Y con una alarmante falta de talento individual. El Shakhtar no sufría, pero tampoco culminaba. Y en esas tenía una última clarísima el veterano Alderweireld. Providencial Riznyk.