Barça y Messi, medio año intentando seguir su propio camino

Este martes se cumplen seis meses de la rueda de prensa más dolorosa tanto para Leo como para la afición del Barça

El rosarino aún no ha podido brillar en París. En el Camp Nou, el barcelonismo sigue echando mucho de menos al '10'

El discurso de Messi en su despedida de Barcelona

El discurso de Messi en su despedida de Barcelona / FCB

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

Para algunos es un mundo; para otros, parece que fue ayer. Lo único cierto es que este martes se cumplen seis meses de uno de los momentos más dolorosos de la historia del barcelonismo: la despedida entre lágrimas de Leo Messi. Tras 20 años en el club, al argentino no le quedó más remedio que cambiar de aires después de que, en un giro inesperado de guión, el Barça anunciara que su renovación no se produciría. Era el pistoletazo de salida a una etapa de luto, tanto para él como para la afición.

A los pocos días, Leo firmó por el PSG, dejando una sensación extraña en cada imagen junto a la elástica del conjunto francés. Como si se tratara de una pesadilla y no el mundo real. Pero no, Leo no volvería ya a vestir la camiseta del Barça, ya no volvería a anotar un último gol en el Camp Nou y, lo que es peor, no podría despedirse sobre el césped de una afición que se lo ha entregado todo. Igual que el rosarino a ella.

EMPEZAR DE CERO

El primer tramo de temporada fue un agujero negro para el culé. A decir verdad, Messi tampoco lo pasó bien al principio. Así lo admitió en una entrevista a SPORT: nueva ciudad, nuevos hábitos y nuevo entorno. Al '10' le tocaba empezar de cero tras unos lazos muy estrechos en el Barça. Se prolongó durante semanas la convicción de que no tenía sentido alguno ver al Barça sin Messi ni a Messi sin la camiseta azulgrana. Como se dice en el amor, un clavo saca otro clavo. Pero, por aquel entonces, el Barça no tenía ningún otro clavo al que agarrarse: la depresión era total.

Messi lidera la lista de los goles más vistos de la historia en YouTube

Messi lidera la lista de los goles más vistos de la historia en YouTube / Google

INTENTANDO PASAR PÁGINA

Hoy, seis meses después de aquel triste adiós, la imagen de Messi con el pañuelo sigue causando dolor. Y, aunque la herida sigue muy abierta, el nuevo proyecto liderado por Xavi -y la mezcla entre algunos fichajes y los jóvenes talentos- ha logrado insuflar algo de optimismo. De algún modo, el tópico de 'la vida sigue y hay que mirar hacia delante' va ganando terreno. En parte, también porque anclarse en la pérdida de Messi no hará que la realidad cambie. Eso no quita, sin embargo, que en casi todos los estamentos del Barça exista el convencimiento de que este equipo estaría peleando por todo si contara con el mejor del mundo. Se trabaja para pasar página, pero sin negar la evidencia: el equipo todavía echa mucho de menos a Leo.

LEO, DECISIVO PESE A NO HABER ESTADO TODAVÍA A SU MEJOR NIVEL

Por su parte, el crack rosarino todavía no ha podido brillar en París todo lo esperado. Período de adaptación, alguna que otra lesión y también el COVID-19 han privado a Leo de la continuidad necesaria para sacar su mejor versión. Aún así, sus siete goles -cinco de ellos en Champions- y siete asistencias ponen en evidencia que no necesita estar al 100% para ser decisivo. Excepto su primer pase de gol, el resto de estas estadísticas las ha logrado en sus últimos 13 partidos con el PSG. Para más inri, Messi superó este domingo a Pelé en la lista de máximos goleadores de la historia.

Ahora que la temporada entra en su fase más decisiva, sobre todo en Champions, Messi está listo para dar una nueva alegría al barcelonismo eliminando al Real Madrid en el torneo continental. Igual que el Barça necesita seguir su camino, el séptimo Balón de Oro conquistado seguro que motivará al argentino para centrarse en levantar al menos una Champions más, su gran objetivo.

Leo Messi, con el Balón de Oro 2021

Leo Messi, con el Balón de Oro 2021 / Google

FRIALDAD CON LAPORTA

Seguramente todas las partes puedan pensar que el otro pudo hacerlo mejor. La realidad es que una separación de tal calibre difícilmente podía producirse sin generar roces y discrepancias. Laporta y Messi se vieron en la gala del Balón de Oro pero no hubo saludo entre ambos -no coincidieron en ningún momento-. Quizá hace falta algo más de tiempo para que las aguas vuelvan a su cauce, pero es cuestión de tiempo que Leo tenga su merecido e histórico homenaje en el Camp Nou. Messi y el Barça serán siempre un binomio inseparable, regrese o no el rosarino al club una vez haya colgado las botas. Leo ya dijo que le gustaría y la entidad debería hacer todo lo posible para que así fuera.