¿Por qué el Barça considera estratégico el fichaje de Vitor Roque?

Con Tigrinho', el Barça escenifica que vuelve a ir a por las mejores ‘joyas’ de Sudamérica, el principal mercado exportador del planeta

Clubes, agentes y representantes saben que el Barcelona se batirá a partir de ahora con quien sea en Brasil y en Sudamérica por el mejor talento

 

Vitor Roque ya es jugador del Barça

Vitor Roque ya es jugador del Barça / @athletico

Joaquim Piera

Joaquim Piera

El Barça sigue dando pasos agigantados en su proceso de reconstrucción tras los efectos desbastadores que le infringió la pandemia y que dejó en el club un escenario de tierra quemada. Ganar las seis ligas de los deportes profesionales de una tacada es un golpe de autoridad que reafirma que el Barça de fútbol (masculino), que es el motor de la entidad, ha vuelto, que hay un femenino de antología y que uno de los signos de identidad es y seguirá siendo el innegociable carácter polideportivo.

Contrataciones como las de Robert Lewandowski (no hay que olvidar que el Bayern no quería desprenderse de él) un año atrás o la de ahora de Gündogan conllevan un valor añadido y muestran que, a pesar de las estrecheces del Fair PlayFinanciero, el Barça es capaz de contratar a cracks planetarios que te hacen ganar una Champions League.

Con Vitor Roque, que todo apunta que aterrizará en la Ciudad Condal en enero, el Barça también ha lanzado un mensaje diáfano al mercado en otro frente. Es un fichaje que ayuda a recuperar prestigio perdido en Brasil y en toda Sudamérica, lo que es sin duda estratégico del punto de vista deportivo. Este es el principal mercado del mundo futbolístico en creación y exportación de talento. 

‘Tigrinho’ no es una apuesta más. Es el mejor futbolista de la quinta de 2005 en su continente y marca diferencias en la Copa Libertadores, donde, en 2022, en el año de su debut llegó a la final, marcando el gol de la clasificación en cuartos y dando dos asistencias en las ‘semis’’.

El Barça vuelve a ir a por las mejores ‘joyas’, a por aquellos aprendices de crack que apuntan a figura. Y esto no ocurría en Brasil desde 2018 cuando se escapó el fichaje de Rodrygo, porque Florentino hizo un ‘cortar y pegar’ en las condiciones que un año antes había dado a Vinicius Jr.. O sea, 8 millones de euros de bonus para la familia y otros 8 millones más para los agentes. Por tanto, solo en estas dos operaciones el Real Madrid se gastó 32 ‘kilos’ en comisiones, lo que se dice rápido.

El Barcelona, a partir de ahora, se batirá con quién sea en Sudamérica, como siempre hizo. El éxito de la contratación radicará en tener la complicidad del jugador, de la familia y de su agente. Exactamente lo que ha ocurrido con Vitor Roque, porque el Barcelona no va a entrar nunca en subastas al mejor postor. Se ha visto con Arda Güler, que ya forma parte del selecto club de los favorecidos por las comisiones (siempre legales) de Florentino con las que fabrica las juras de amor al Madrid.