Araujo vuelve a ser un muro infranqueable para Vinicius

El uruguayo ha actuado como lateral derecho y ha secado otra vez al brasileño

Ha estado bien ayudado en todo momento por Koundé y Frenkie de Jong

REAL MADRID - FC BARCELONA

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Ferran Correas

Ferran Correas

Tras ser suplente el pasado domingo en Almería y saltar al terreno de juego en la segunda mitad actuando como delantero cuando el equipo buscaba de forma desesperada el empate, Ronald Araujo ha vuelto hoy a la que es su posición natural cuando juega contra el Real Madrid. El uruguayo, ya totalmente recuperado de las molestias que tuvo en Old Trafford ante el Manchester United en el que era su partido cien con la camiseta del Barça, ha sido el encargado, una vez más, de secar a Vinicius jugando como lateral por la banda derecha.

Y lo ha vuelto a hacer. Ayudado en muchas ocasiones por Koundé y Frenkie de Jong, ha llegado a desquiciar en más de una ocasión al atacante brasileño, que acostumbra a ver un muro infranqueable en el uruguayo cada vez que ambos equipos se enfrentan. De hecho, Vinicius ha visto una tarjeta amarilla en la primera mitad tras enzarzarse en una disputa con De Jong, a quien llegó a coger del cuello, protestando la amonestación de manera airada y estando a un paso de ganarse la expulsión.

Más activo y centrado ha comenzado Vinicius la segunda mitad, pero el brasileño ha vuelto a topar con Araujo. El uruguayo, en los primeros minutos, ha evitado un remate franco del brasileño en el área pequeña, enviando el balón a saque de esquina.

Estaba siendo tal la superioridad de Araujo con Vinicius, que el brasileño ha optado por abandonar su posición e irse hacia el centro en más de una ocasión para buscar el desequilibrio, mientras el uruguayo, crecido, se ha atrevido a subir la banda en más de una ocasión. En una de ellas, ha provocado una falta peligrosa cerca del banderín de córner. Y en otra, ha estirado al equipo, dando aire a un grupo que en esos momentos estaba demasiado aculado cerca del área de Ter Stegen.

El defensa ha vuelto a cubrir otra gran partido, secando a uno de los jugadores más desequilibrantes de la Liga y siendo también un valladar cuando ha debido defender las jugadas a balón parado, que han sido muchas. Por alto, ha estado inexpugnable.