Amado Casajuana, el candidato que no gustaba al régimen

Las elecciones a la presidencia del Barça, en noviembre de 1953, se alargaron por orden gubernativa después de ser proclamado vencedor el hasta entonces vicepresidente azulgrana

Su hijo Amado y su nieto Alfons Malet siguieron sus pasos como directivos del FC Barcelona

Amado Casajuana en el campo de Les Corts con la indumentaria de guardameta. Sobre estas líneas, imágenes de Amado Casajuana Pfeiffer, Amado Casajuana Cañellas y Alfons Malet Casajuana

Amado Casajuana en el campo de Les Corts con la indumentaria de guardameta. Sobre estas líneas, imágenes de Amado Casajuana Pfeiffer, Amado Casajuana Cañellas y Alfons Malet Casajuana / Familia Malet Casajuana

David Salinas

David Salinas

El apellido Casajuana ha estado ligado a la directiva del FC Barcelona desde 1925 hasta 2002 en distintas etapas. El primero en relacionarse con la entidad azulgrana fue Amado Casajuana Pfeiffer, siguiendo sus pasos su hijo Amado Casajuana Cañellas y tomando el relevo el nieto del primero y sobrino de este último, Alfons Malet Casajuana. El primer representante de esta saga de notables barceloneses y barcelonistas vivió un oscuro episodio en las elecciones de 1953.

Amado Casajuana Pfeiffer, con 71 años, optó a la presidencia del FC Barcelona el 14 de noviembre de 1953 avalado por su trayectoria en el club: había sido vocal entre diciembre de 1925 y junio de 1926 bajo la presidencia de Arcadi Balaguer; tesorero con el mismo presidente entre junio de 1926 y marzo de 1929; vocal con Enrique Piñeyro de Queralt, Marqués de la Mesa de Asta, entre marzo de 1940 y julio de 1942; tesorero de la comisión interina con Josep Vidal-Ribas entre julio y agosto de 1942 y vicepresidente, otra vez con el Marqués entre agosto de 1942 y agosto de 1943.

En octubre de 1953, después de regresar del Salón del Automóvil de París, diversos prohombres del club y representantes de varias peñas barcelonistas le pidieron que se presentase a las elecciones. Lo veían como el ‘Avi’ del barcelonismo y, aunque veladamente, del catalanismo ante el otro candidato, el joven Francesc Miró-Sans, de 37 años y hombre del régimen. Casajuana aceptó con la condición de tener manos libres para elegir a su junta. Prometió “experiencia, austeridad y seny”. Socio de mérito de la entidad, era ingeniero industrial y en 1907 había abierto la primera agencia Ford en España.

Amado Casajuana perdió las elecciones por una diferencia de 311 votos en las que fueron los primeros comicios ‘democráticos’ del barcelonismo desde la guerra civil, aunque se excluyeron a las mujeres y a los socios con menos de dos años de antigüedad. Las elecciones se celebraron en los locales de la Caja de Jubilaciones del Montepío Textil, sito en la calle Aragón.

Irregularidades

El proceso estuvo plagado de anomalías. Para empezar, la aceptación del voto con carnets de socio sin que el titular estuviera presente. Pero lo más grave ocurrió ya en plenos comicios cuando las autoridades decretaron que se alargara la votación, terminando el escrutinio de la última mesa (había ocho) a las 05.03 horas de la madrugada del día 15. 

Alfons Malet, nieto de Amado Casajuana asegura se llegó a proclamar a su abuelo como ganador de las elecciones y que entonces apareció el delegado del Gobierno Civil para frenar la proclamación y prorrogar el proceso de votación para impedir su victoria. En aquel momento entraron en escena los sufragios de las llamadas ‘delegaciones’, llegando muchos votos como por arte de magia… La estrategia del General José Moscardó, Delegado Nacional de Deportes, fue acudir al fichero del Montepío Textil y hacer pasar por socios del FC Barcelona a los trabajadores de la Caja. No hubo filtro alguno y se llegó a comentar que incluso votaron los muertos… 

Las autoridades del régimen se dirigieron a la esposa de Casajuana, María Teresa Cañellas y la ‘invitaron’ a convencer a su marido para que abandonara la idea de ser presidente bajo amenazas. El candidato, reacio al principio, acabó cediendo ante la insistencia de su esposa para evitar males mayores consumándose así el pucherazo. Cabe señalar que en aquellas polémicas elecciones actuó como apoderado de Casajuana, su yerno José María Malet, casado con su hija María Josefa —padres de Alfons Malet— que era el único españolista de una familia culé. Cuentan que cuando Maria Josefa presentó a su futuro esposo a la familia y les descubrió su filiación futbolística hubo una auténtica conmoción familiar. Luego fue “carne y uña” con los Casajuana

En la junta

Años después, en enero de 1958, el hijo del aspirante expoliado, Amado Casajuana Cañellas, entró a formar parte de la junta de Miró-Sans como vocal. Lo fue hasta julio de 1959. Se dijo que el nombramiento formaba parte del ‘acuerdo’ por el silencio de su padre en 1953. También fue vocal con Enric Llaudet entre julio de 1967 y enero de 1968. 

Por su parte, el sobrino de Casajuana, Alfons Malet, licenciado en Medicina y Cirugía, médico especialista en alergología, inmunología y pediatría, responsable de las unidades de estos ámbitos en distintos centros y vicepresidente del Col·legi de Metges, fue miembro adjunto de la Directiva presidida por Joan Gaspart entre julio de 2000 y diciembre de 2002. Había integrado la candidatura de Joan Castells. Único galeno de la familia, tiene seis hermanos varones, tres de ellos abogados, dos economistas y uno, arquitecto técnico. Y solo uno, Cristóbal, es barcelonista como él. El resto, José María, Jorge, Amado, Fernando, Ramón y Víctor, son del Espanyol. Jorge fue vicepresidente con la directiva de Julio Pardo y Víctor es miembro de la Fundació del club blanquiazul. 

La saga de los Casajuana, vinculada al mundo empresarial y deportivo, nunca al político, tuvo otro miembro ilustre, Luis Casajuana Curiel, primo hermano de Amado Casajuana Pfeiffer, que fue presidente del Athletic entre 1935 y 1943.