Alexander Hleb, la estrella que se apagó en el rondo del Barça

Los expedientes X del Barça: Hleb

Hleb llegó a Barcelona procedente del Arsenal y no se adaptó al estilo azulgrana / Maite Jiménez

Juan Manuel Díaz

Juan Manuel Díaz

Felix MagathArsène Wenger y Pep Guardiola creyeron en el talento de Alexandre Hleb, pero su indolencia pudo más y nunca dio el paso de niño prodigio a estrella mundial. ahora, cerca de cumplir los cuarenta años, ha decidido colgar las botas.

"No es un extremo clásico en el sentido que lo conocemos, pero eso me preocupa poco, estoy muy tranquilo. Puede jugar por ambas bandas y ocupar cuatro o cinco posiciones dentro del campo. De interior y, sobre todo, segunda punta”.

Así presentó Josep Guardiola a Alexander Hleb, el talento recién llegado al Camp Nou aquel verano de 2008 procedente del Arsenal. El bielorruso estaba llamado a ser uno de los grandes refuerzosdel embrionario ‘Pep Team’.

El FC Barcelona conquistaría a final de temporada el histórico triplete de Liga, Copa y Champions 2008-09, pero la indolencia del bielorruso se atascó en el rondo del Barça más brillante de la historia, iniciando un largo declinar al que puso final hace solo unos días tras anunciar su retirada.

UN NIÑO PRODIGIO

A punto de cumplir los 39 años (Minsk, 1-5-1981), Hleb fue un niño prodigo que se quedó en proyecto de estrella mundial por su inmadurez, como él mismo ha reconocido. Despuntó desde juvenil en el Dinamo Minsk y con 17 años (1998) ya jugaba en el BATE Borisov, el club al que siempre pudo volver al final de alguno de sus fracasos y con el que ha alimentado su ego y su palmarés (5 Ligas y 1 Supercopa).

Felix Magath no dudó de su talento y se lo llevó al Stuttgart (2000-05, una Intertoto), antes de que Arsene Wenger lo reclutara para el Arsenal (2005-08) a cambio de 15 millones de euros.

Alexander prefirió a los ‘gunners’ al Real Madrid y asegura que en Londres vivió “la etapa más feliz de mi vida” junto a Wenger, “la mayor influencia de mi vida”. Estas dos citas ayudan a definir al personaje futbolístico: el bielorruso disfrutó del fútbol y de la cosmopolita capital del Reino Unido, pero no cosechó un solo título. 

APUESTA DE GUARDIOLA

Pese a todo, su talento era innegable y Guardiola apostó por Alexander para que fuera una de sus estrellas, a cambio de 17 millones por el fichaje, junto a su viejo amigo Thierry HenrySamuel Eto’o Leo Messi pero fue incapaz de adaptarse. Apenas participó en 36 partidos y ni siquiera fue convocado para la final de la Champions ante el Manchester United en Roma.

Hleb forzó su salida del club, de regreso al Stuttgart pese a tener una oferta del Inter de MourinhoEto’o dijo ‘sí’ a la llamada de José y encadenaría un nuevo triplete... Desde entonces, el declinar de Alexander fue constante.

Desde entonces, el declinar de Hleb fue constante: Birmingham City (1 League Cup), Wolfsburgo, Krylia Sovetov dos veces, BATE en cuatro etapas más,  Konyaspor y Gençlerbirlige, hasta volver a los orígenes en el Isloch Minsk Raion.

De apariencia gélida, paseó su autoproclamada pasión por el fútbol por Alemania, España, Inglaterra, Turquía y Rusia antes de colgar las botas. “Estoy cansado. Mi organismo ya no se recupera como antes”.

ASUMIÓ QUE FUE CULPA SUYA

Cuando dejó el Barça tras una sola campaña, consumido por el despecho, Alexander cargó contra Josep Guardiola y le acusó de hundir su carrera. Años después admitiría que ir al Camp Nou fue un error suyo, y que él se autodestruyó. “Me comporté como un tonto. Con Guardiola siempre teníamos enfrentamientos. No le escuchaba; él me decía que diera clases de castellano para integrame y yo no lo hacía”, explicó el bielorruso.

Fue culpa mía no seguir en el Barça por un tema de carácter, estaba estresado porque tenía problemas en mi vida privada”, que acabaron con el divorcio de su esposa. “Nos gritábamos (con Guardiola), él esperaba de mí una cosa y yo no la hacía y de mala manera le decía que no, como un niño pequeño. Estaba ofuscado y no le hacía caso”, dijo sin ambages.

Su nulo rendimiento y aptitud lo llevaron a una cadena de cesiones hasta apurar su contrato con el Barça en 2012, cuando se convirtió en un trotamundos con la carta de libertad bajo el brazo. 

LAS BORRACHERAS DE DECO Y RONALDINHO

Eso sí, dejó perlas inolvidables, como cuando aseguró que Ronaldinho y Deco, con los que no coincidió en la plantilla, “llegaron a entrenarse borrachos” en el Barça 2007-08. O cuando solo unos días atrás propuso que <strong>Leo Messi</strong> y <strong>Cristiano Ronaldo</strong> jueguen en Bielorrusia porque aún no se había suspendido el campeonato a causa de la epidemia del coronavirus.

Una vez más, Hleb queda retratado al explicar cómo ve su futuro: desea seguir vinculado al mundo del fútbol, pero no como entrenador porque cree que es un trabajo “muy exigente”.