El Cuenca, primer finalista de la Copa del Rey tras ganar al Granollers

El Cuenca superó al Granollers en Alicante

El Cuenca superó al Granollers en Alicante / RFEBM

Àngels Fàbregues

Àngels Fàbregues

El Granollers se complicó la vida y el poco acierto en ataque le condenó ante un Cuenca muy sólido y  mucho más convencido de sus opciones a la victoria. Los de Rama acabaron cediendo en la semifinal por 26-22.

El conjunto vallesano mostó su peor versión en el peor momento y ello le costó una semifinal con la que soñaba desde hace ya muchos días y que se escapó de manera dolorosa.

El partido empezó  frío, con los nervios lógicos a los que uno somete el cuerpo cuando anda ante tanta responsabilidad por delante. Tras unos minutos  de  igualdad, el Cuenca puso una marcha más y la falta de acierto en ataque condenó a  los vallesanos, que encajaron un parcial de 4-0 tras alguna pérdida e  incluso un penalti fallado por Antonio García. En un abrir y cerrar de ojos se encontraron con un 9-4 difícil de digerir a los 15 minutos de juego.

Antonio Rama buscaba  la reacción de los suyos pero ante un Cuenca extramotivado era complicado cambiar el signo del partido. Maciel, el mejor del partido con diferencia, fue otro de los problemas con los que se encontró el Granollers, pues paró mucho y bien y con ello minó la moral del Granollers un poco más.

Los goles de Mamadou Gassama, insuficientes

Los goles de Gassama desde el  extremo derecho eran prácticamente la única baza por la que el Granollers  encontraba algún resquicio en la defensa conquense, pero ello no fue suficiente para dar la vuelta al partido al que se llegó al descanso con 17-10. Una montaña para  el Fraikin Granollers.

Tras el descanso siguió la misma dinámica. Maciel parando mucho y un Granollers que no encontraba soluciones para cambiar las malas sensaciones en la pista. Si es cierto que el lenguaje no verbal habla por sí solo, hubo unos minutos en la segunda parte en que veías a los jugadores del Granollers abatidos al ver la cuesta que tenían que superar para alcanzar al rival y volver a entrar en el partido. Hombros bajos y cabeza gacha eran la señal de alarma que reflejaba el problema en el que se habían metido.

Nueve partidos sin perder del Cuenca

Hubo tiempo muerto de Rama pero poca cosa cambió en la pista. El Granollers siguió sin sentirse cómodo, falto de juego fluido y con el paso de los minutos cada vez era más complicado encontrar un camino derecho a la remontada.

El Cuenca, llevado en volandas por su afición, se lo creía cada vez más y el resultado es que sorprendentemente se planta a una final, la primera  del conjunto de Lidio Jiménez que está haciendo historia. El 26-22 final refleja la convicción de un equipo que lleva nueve partidos seguidos sin perder. Su último verdugo tiene nombre y apellido: FC Barcelona Lassa.