SEAT TARRACO

Seat Tarraco, el buque insignia sin camuflajes

Se completa la gama SUV de la firma con el modelo más grande, equipado y prestacional.

Nuevo Seat Tarraco.

Nuevo Seat Tarraco. / SEAT

Xavier Pérez

Xavier Pérez

Los datos avalan el momento dulce que atraviesa Seat, con un crecimiento de ventas en agosto del 38,9% respecto al mismo mes del año pasado. El total de matriculaciones alcanza las 383.900 unidades, un 21,9% más que en el mismo periodo del 2017, lo que la sitúa como la firma que más crece del Grupo Volkswagen. Su gama SUV se ha ido completando a medida que se confirmaba el ascenso meteórico de la marca catalana y el último en llegar, el Seat Tarraco, se posiciona como el buque insignia, con una imagen más deportiva y un chute de equipamiento tecnológico al nivel del segmento premium. 

El Tarraco Arena acogió la presentación oficial del tercer crossover desarrollado en Martorell, que no el último a la espera de un CUV (SUV coupé) para 2019. El nuevo Seat Tarraco se monta sobre la plataforma MQB-A+ que utiliza el Ateca pero de cotas mayores: 4,7 metros de largo por 1,8 de ancho 1,7 de alto con una batalla de 2,8 metros. Medidas que ofrecen un espacio interior de hasta 7 ocupantes y un maletero de 1.920 litros de capacidad en la variante de 5 asientos y de 760 litros en la versión de tres filas de asientos escamoteables.

Hasta este martes 18 de septiembre no habíamos podido ver al Tarraco sin el camuflaje exterior, que impedía hacernos una idea real de su diseño. Este modelo marca el punto partida del nuevo lenguaje de diseño para los próximos retoques a la gama. Propuestas como el frontal rediseñado, más alargado y enfocado hacia el suelo, la nueva firma lumínica LED delantera así como los grupos ópticos traseros unidos por una fina línea LED que cruza el portón y el difusor trasero cromado marcan un antes y un después. Además, de diferenciarle sustancialmente del Skoda Kodiaq o Volkswagen Tiguan Allspace al mismo tiempo que le acerca al escalón superior que supone Audi.

La democratización de la tecnología, digitalización y conectividad son el sostén competitivo de Seat, sobre todo el último apartado. Es por ello que su buque insignia podría asemejarse a un “all in” en cuanto a nivel prestacional y de equipamiento se refiere, no le falta de nada y se capta desde el primer momento que entras a su interior. 

A los faros Full LED hay que sumarles el nuevo cockpit digital de dos pantallas, la central de 10,2 pulgadas y la que sustituye el cuadro de mandos de 8 pulgadas. El infotaintment será compatible, como no puede ser de otra manera, con los sistemas Apple Car Play, Andorid Auto y Mirror Link. En materia de conducción y seguridad tampoco le falta detalle con sistemas ya presentes en sus modelos actuales como el asistente de frenada automática de emergencia (Front Assist con reconocimiento de peatones y ciclistas) de serie, detector de ángulo muerto, reconocimiento de señales y otras innovaciones como asistente de atascos, control de crucero adaptativo, detector de fatiga, sistema de llamada de emergencia (eCall), asistente de precolisión y detección de vuelco, entre otros equipamientos. 

El apartado mecánico arrancará en su lanzamiento con dos propulsores diésel y dos gasolina. Los bloques TDI 2.0 se ofrecen con potencias de 150 CV y 190 CV pero este último solo se combinará con cambio automático y tracción total 4Drive, mientras el de menor potencia también podrá montar cambio manual y tracción delantera. El gasolina TSI 1.5 litros rinde 150 CV y será delantera y el 2.0 litros de 190 CV se unirá al DSG y al 4Drive. Llegará a los concesionarios en enero de 2019 desde 33.000 euros para la variante de acceso.