Un cambio de estrategia

Las novedades que eclipsarán a los clásicos en el Pebble Beach

Las marcas se empiezan a interesar por estos eventos, donde venden más que en los salones tradicionales.

Clásicos y novedades. En el Pebble Beach cabe todo.

Clásicos y novedades. En el Pebble Beach cabe todo. / MOTOR

Àlex Soler

Àlex Soler

En apenas dos semanas se celebrará uno de los eventos más importantes para los entusiastas de los coches clásicos, el Pebble Beach Concours d'Elegance, a una hora y media de Silicon Valley, en California. En un espacio idílico, cientos de vehículos clásicos se exponen en un entorno en el que se respira clase, distinción y gasolina. Además, joyas como un Ferrari 330 GTC de 1967, un 250 GTO de 1962, que se estima que se venderá por una cifra de entre 45 y 60 millones de dólares, o un Aston Martin DP 125 Grand Touring Competition Prototype de 1963 se subastarán por precios realmente desorbitados. Según las primeras estimaciones, las agencias Bonhams, Gooding & Co. y RM Sotheby's esperan vender sus vehículos por unos 342 millones de dólares, un 4% más que en la edición de 2017.

Sin embargo, detrás de la aura ''vintage'' del evento, cada vez más marcas están esperando el Pebble Beach para presentar nuevos vehículos o prototipos. Este año, como adelantó Motor ZetaAudi desvelará el PB 18 e-tron electric conceptBugatti presentará un nuevo superdeportivo, el DivoLamborghini hará debutar el nuevo Aventador SVJ y Porsche expondrá una versión especial del 911 Turbo llamada ''Project Gold'', un vehículo único que será subastado con fines benéficos a finales de otoño. Además, Mercedes-Benz e Infinity, por poner más ejemplos, también mostrarán prototipos con un aire futurístico.

Tampoco faltarán marcas tan distinguidas como Rolls-Royce, que utilizará el Pebble Beach para organizar varios eventos privados entre las clases más altas para celebrar la llegada del Cullinan, el SUV más caro del mundoBentley, por su parte promocionará su nuevo Continental GT con la prensa local y tampoco dejará de organizar sus propias fiestas. McLaren, como también adelantó este medio, mostrará por primera vez desde el Festival de la Velocidad de Goodwood el 600LT, su último superdeportivo, y Polestar también estará presente con el Polestar 1.

El cambio de tendencia

El hecho de que muchas marcas se empiecen a decantar por estos eventos, como el Pebble Beach, el Festival de Goodwood o la Monterey Car Week, demuestra el cambio de tendencia de las marcas, que han abandonado algunas de las muestras tradicionales del motor en favor de estos eventos. Por ejemplo, Lamborghini, Ferrari, Bentley y Rolls-Royce ya han dejado de aparecer en los salones más importantes de Estados Unidos, como el de Detroit. Además, muchas marcas, como Volkswagen, Audi, BMW, Mercedes-Benz, Land Rover, Jaguar, Porsche o Volvo, entre otras, han anunciado que tampoco acudirán al próximo Salón de París. Mientras los salones pierden atractivo para las marcas, las muestras tecnológicas, como el CES de Las Vegas, o los eventos del tipo Pebble Beach lo ganan.

Además, las marcas han visto como estos festivales están ganando popularidad. Por ejemplo, el pasado Festival de la Velocidad de Goodwood atrajo a 500.000 personas, que vieron como cientos de vehículos subían la colina y se paseaban por los puestos de cada marca para descubrir sus novedades. Para combatir contra ello, salones como el de Detroit se han planteado cambios en su formato y estructura. De hecho, la muestra de Michigan ha decidido cambiar su fecha en 2020 y pasar del frío invernal al calor estival, pudiendo aprovechar toda la ciudad para ofrecer nuevas experiencias.

El factor de las ventas

Según apunta la agencia Bloomberg, para una marca, el coste de participar en un Salón o en un festival como el Goodwood es prácticamente el mismo. Sin embargo, la gran diferencia está en las ventas que registrarán durante los días de muestra. De este modo, mientras el porcentaje de compradores en un salón tradicional es bajo, durante el Pebble Beach puede incrementarse hasta alcanzar dobles dígitos, un hecho que, sobre todo, interesa a las marcas premium y de lujo, que buscan un público adinerado capaz de comprarse uno de sus coches.

En ese sentido, no solo los fabricantes con novedades buscarán atraer a los compradores más capaces, marcas como Maserati y Jaguar, que no presentan novedades importantes, también organizarán eventos y fiestas mostrando su oferta para encontrar compradores potenciales para sus vehículos de alta gama. La tendencia está cambiando y los salones tradicionales se han empezado a mover para revertir la situación.