COMISIÓN EUROPEA

Europa, manos a la obra para reducir las emisiones contaminantes

La Comisión Europea ha anunciado medidas drásticas para defender la movilidad sostenible y reducir la contaminación.

Carretera de Madrid

Carretera de Madrid / AGENCIAS

Las medidas establecidas por la Comisión Europea que pretenden reducir las emisiones contaminantes y, de esta manera, alcanzar una movilidad sostenible se endurecen para la industria del automóvil. Este nuevo plan establece que las emisiones de CO2 se reduzcan un 15% en el año 2025 y un 30% en el 2030, en base a los registros de 2021. Además, se ha fijado una cuota mínima del 5% de producción de eléctricos en el nuevo Paquete de Movilidad Sostenible hasta 2030, también.

Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, explicó que quería que "Europa sea el líder en la lucha contra el cambio climático. El año pasado, establecimos las reglas globales del juego con el Acuerdo de París ratificado aquí, es esta misma Cámara. Frente al colapso de la ambición en los Estados Unidos, Europa debe garantizar el poder hacer que nuestro planeta vuelva a ser grandioso". "Es la herencia compartida de toda la humanidad", añadió Juncker.

Para lograr estos propósitos, Europa opta pos un sistema de créditos que ayude a incentivar la fabricación de automóviles sostenibles. De esta manera, aquellas marcas que apuesten por modelos cero emisiones o por modelos que contaminen menos de 50 gramos de CO2 por kilómetro se beneficiarán de reducciones en sus objetivos de emisiones.

Miguel Arias Cañete, comisario de Acción por el Clima y Energía, ha aclarado este tema. "No hemos establecido un sistema de cuotas (como es el caso de otros países como China), porque queremos mantener un enfoque neutral hacia la tecnología. Cada fabricante tendrá que elegir cómo quiere alcanzar los objetivos fijados. No obstante, se establece una cuota mínima del 5% en la producción de eléctricos para garantizar que se avanza hacia la electrificación.

También ayudará el hecho de que se haya decidido fortalecer el control que la Comisión Europea ejerce sobre las emisiones de los vehículos en condiciones reales. Así, se recolectarán, se publicarán y se monitorearán todos estos datos mediante los dispositivos de medición de consumo de combustible que todos los fabricantes tendrán que incluir en sus nuevos vehículos.