En Nesyri, un ‘discípulo’ del Rey Mohammed VI para salvar al Sevilla

En Nesyri (26 años) volvió, vio… y goleó. El delantero marroquí del Sevilla tuvo un retorno por todo lo alto de su periplo en la Copa África al lograr el doblete con el que los hispalenses tumbaron al Rayo Vallecano (1-2) en un triunfo clave que añade oxígeno al proyecto de Quique Sánchez Flores tras un inicio horrible de 2024. En los cuatro partidos previos de Liga desde que comenzó el año los hispalenses solo sumaron un punto de 12 posibles con derrotas ante Athletic, Alavés y Girona. Sólo el empate frente a Osasuna evitó la debacle total en un equipo que depende (y mucho) de este ‘discípulo’ del Rey Mohammed VI.

Porque En Nesyri es el mayor productor ofensivo de la plantilla. Suma once goles hasta la jornada 23 entre Liga (7), Champions (2), Supercopa de Europa (1) y Copa (1). Su ‘perseguidor’ más cercano en la plantilla es Sergio Ramos. El central suma cinco goles en lo que llevamos de temporada. Escaso bagaje ofensivo el de todo el plantel.

Por eso En Nesyri es tan necesario para evitar el descenso. Las apuestas de fútbol de Betfair confían en que lo evitará y las cuotas le dan apenas un 10% de probabilidades implícitas de perder la categoría por detrás de Almería, Granada, Cádiz, Mallorca o Celta, a los que en con más posibilidades de perder la categoría.

Clave en una Marruecos Mundial

En Nesyri tiene 26 años y, detrás, una historia de constante evolución, aprendizaje y crecimiento. Empezó a jugar al fútbol en Marruecos, donde lo fichó la Academia de Mohammed VI, un proyecto puesto en marcha por el monarca alauí para potenciar el fútbol en su país y buscar talentos que ayuden a consolidar a su combinado nacional como país referencia en el continente y, a ser posible, en el Mundo, como sucedió en el último Mundial, cuando Marruecos acabó siendo semifinalista. Solo Francia le apeó de la gran final. Y en ese equipo estaba En Nesyri.

De 125.000 euros a 20 millones en cinco años

Su caso es el de una evolución llamativa. Porque salió de la Academia de Mohammed VI con apenas 18 años cuando el Málaga decidió pagar 125.000 euros por su fichaje. El autor de semejante movimiento fue Josep Manel Casanova, uno de los ojeadores del Málaga que lo descubrió y pronto pidió su fichaje. El olfato le funcionó a las mil maravillas. Aquel espigado chaval de aspecto patizambo, pero potencia llamativa sólo completó dos temporadas en Málaga antes de que el club multiplicara por 40 su valor.

Sólo tres años después de su llegada a la Costa del Sol lo vendió al Leganés por cinco millones de euros. Lo que no sabían entonces los pepineros es que a ellos también les dejaría jugososo beneficios… y un boquete sideral.

En enero de 2020, el Sevilla se lo quitó en un mercado invernal de infausto recuerdo al sur de la capital. Los andaluces pagaron un traspaso de 20 millones de euros (cuatro veces lo que había pagado el Leganés) y algunas prebendas, como un porcentaje de las plusvalías que pudiera generar en el futuro.

De hecho, los madrileños aún esperan que el Sevilla haga caja con el jugador para recibir parte del pellizco que supondría su salida a otro club, seguramente de la Premier. Aun así, aquel movimiento hundió a un equipo, el blanquiazul, que acabó descendiendo entre lágrimas por los goles que dejó de marcar su delantero.

Mejoría de gol

Por aquel entonces En Nesyri era una versión irregular de futbolista capaz de lo mejor… y de lo peor. Esa inconsistencia de cara a puerta, especialmente en el uno contra uno, fue una de las mayores dudas que albergó en su momento el sevillismo ante su llegada. También se le pone en duda en la actualidad, aunque su mejoría de cara al gol es notable, no sólo en esa suerte, sino en otras. De cabeza, por ejemplo, tiene una de las mejores testas goleadoras del Viejo Continente.

En aquella primera mitad de temporada con el Sevilla, En Nesyri hizo seis tantos más que después llegaron a ser 24 en la siguiente temporada. En total, acumula 64 dianas de hispalense en 181 partidos. Sale a gol cada 2,8 encuentros. Una media relativamente alta para un equipo que lucha por la permanencia. De hecho, en la actual temporada esa media es de gol cada 2,3 partidos. Ratio que los andaluces han echado de menos y con el que se aferran para creer en una salvación que pasará en buena medida por el acierto de este ‘discípulo’ del Rey Mohamed VI.