Fede Valverde se olvida de hacer goles

El uruguayo ha pasado de haber marcado 12 el curso pasado, a sólo llevar uno esta temporada en la que ha vuelto a caer en la indolencia en ataque.

Fede Valverde necesita descansar

Fede Valverde necesita descansar / Efe

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En esta temporada de buen rendimiento no todo es positivo en el Real Madrid. También hay algunas malas noticias. Fede Valverde es una de ellas. El mediocampista uruguayo ya no golea como antaño. Su rendimiento de cara a la portería rival, recurso que la temporada pasada se convirtió en un abrelatas habitual, ha descendido notablemente hasta generar un vacío ofensivo justo la campaña en la que, por la ausencia de un ‘9’, más necesaria se hace la aportación de otros jugadores de campo. En lo que llevamos de temporada, el charrúa sólo ha hecho un gol, guarismo muy bajo en comparación con los 12 que hizo hace apenas un año.

Claro que las circunstancias deportivas del mediocampista son diferentes. Ahora Valverde no ejerce de volante con llegada, sino más de pivote. Casi un ‘5’ que le impide pisar área o zonas de disparo como antaño. Así que lo que en verdad pudiera parecer un demérito personal es, en realidad, una ventaja colectiva, en parte, invención de Carlo Ancelotti.

El técnico italiano tuvo que tirar de inventiva cuando, a finales de 2023, buena parte de su medular sufrió de serios problemas. Con Camavinga o Tchouameni fuera de combate, la solución del transalpino fue redibujar la medular e incluso fijar un inusual doble pivote en el que él, Valverde, se ha postulado como pieza clave por despliegue y potencia.

Los resultados están a la vista. El Real Madrid, más allá del tropiezo copero ante el Atlético de Madrid, se está mostrando como equipo sólido y regular que en las apuestas de fútbol de Betfair es el máximo candidato a ganar LaLiga (83% de probabilidades implícitas según las cuotas) y tercer candidato en la Champions con un 13%.

Mismos remates, distinta posición

Como la teoría de la manta, en cuanto el uruguayo ha puesto más virtudes en la balanza defensiva que en la ofensiva, el resultado ha sido llamativo. Porque Valverde tira casi lo mismo la temporada pasada que en la actual. Entonces promediaba 1,9 tiros por encuentro y ahora suma 1,8. No hay gran diferencia. O quizá sí.

Porque Valverde ahora remata desde posiciones algo más alejadas y con más recorrido. Su acercamiento al área no es tan fresco y esa falta de ‘limpieza’ en la aproximación limita su acierto. Si antes hacía un gol cada cuatro partidos, aproximadamente, ahora sólo ha conseguido uno en los 30 que ha disputado.

La motivación del Mundial

Claro que viendo la carrera de Valverde, quizá lo anormal fue lo de la temporada pasada. Sumando todas las competiciones, su mejor registro goleador en el Real Madrid había sido de tres tantos en la temporada 20-21. Los 12 de la 22-23 fueron quizá anomalía también espoleada por la presencia del Mundial de Qatar. Valverde quería ir en modo estrella y se esmeró hasta la llegada del campeonato. Desde su celebración, sólo marcó cuatro goles: uno al Al Ahly en el Mundial de Clubes, dos al Al-Hilal en la misma competición y uno a Osasuna en Liga en el Sadar.

Un rol goleador que esta temporada está cogiendo Bellingham, pero también otros jugadores como Brahim o Carvajal, que están aportando (sobre todo este último) inusuales guarismos a un Real Madrid que, sin ‘9’ fijo, sobrevive del esfuerzo colectivo del gol. De hecho, hasta la 21ª jornada, sólo cinco jugadores de campo no habían visto puerta: Mendy, Fran García, Camavinga, Nacho y Ceballos.