Nicolás Almagro conmociona Roland Garros

Almagro recibe asistencia entre llantos

Almagro recibe asistencia entre llantos / Efe

A.B.

Nicolás Almagro le puso un nudo en la garganta a Roland Garros. Silencio absoluto en las gradas mientras los micrófonos de ambiente captaban por la megafonía de la pista número dos el llanto desolador del ‘extop ten’ murciano que acababa de romperse la rodilla izquierda. La infiltración para aguantar y no recaer de la lesión que le apartó de Roma hace dos semanas ante Rafa Nadal no había funcionado. El argentino Del Potro, que también había pedido asistencia médica, trató de consolarle.

Juan Martín del Potro pasó a tercera ronda, pero no como él hubiera querido. No le gustó el desenlace. Ni el encuentro. El tenis se convirtió en un pulso de resistencia malsano. El tenis contra las lesiones. De eso era de lo que trataba el encuentro de ayer entre el argentino y Almagro. Ambos habían disputado ya un par de sets  con igualdad (6-3, 3-6 y 1-1 en el tercero). En el segundo el de Tandil había pedido que le asistieran por sus problemas musculares en los aductores. Y en el tercero le tocó a su rival. Tras ser asistido Almagro intentó seguir, iba a restar pero se quedó clavado. Cayó sobre la tierra y comenzó a llorar. Esa fue la imagen más dramática de la jornada.  Con la ayuda del médico y del propio Del Potro intentaron levantarle. Lo llevaron hasta la silla y allí hablaron. El argentino intentó consolarle. Él también sabe de lesiones malditas ya que durante tres años la muñeca izquierda le llevó por el camino de la amargura. Ahora, Del Potro se medirá al ganador del encuentro entre Murray y Martin Klizan.

Por la cabeza de Almagro pasaron las imágenes del 17 de mayo en Roma, cuando también tuvo que retirarse por un intenso dolor en la rodilla. Esta vez ocurrió en Roland Garros, en el centro del universo.