REAL MADRID

El fichaje de Pogba enfrenta a Florentino Pérez y Zidane

El entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane, considera prioritario reforzar el centro del campo con el fichaje de Paul Pogba, mientras que Florentino Pérez, presidente blanco, apuesta por un delantero galáctico

Pogba es la prioridad de Zidane

Pogba es la prioridad de Zidane / sport

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Zinedine Zidane y Florentino Pérez, entrenador y presidente del Real Madrid, respectivamente, siguen enfrentados por la política de fichajes de la próxima temporada. Mientras el máximo dirigente madridista está empeñado en incorporar un nuevo galáctico a su colección y sólo piensa en un delantero de relumbrón, el técnico fránces insiste en la necesidad de apostar por reforzar el centro del campo y no tiene dudas a la hora de recomendar a su compatriota Paul Pogba. Según informa 'Ecodiario', Zidane ha dado un puñetazo encima de la mesa y ha dejado muy claro que no quiere más delanteros ni mediapuntas.

La lista de posibles fichajes que maneja Florentino Pérez está repleta de delanterosEl dirigente sueña con el brasileño Neymar, aunque sabe que el fichaje del delantero del FC Barcelona es una quimera a día de hoy. Por eso ha incluido en su lista de futuribles al argentino Sergio Agüero (Manchester City), al belga Eden Hazard (Chelsea) y al polaco Robert Lewandowski (Bayern de Múnich).

Pero Zidane no comparte el punto de vista del presidente madridista. Considera que la única prioridad es apuntalar el centro del campo, que ha dado señales de descompensación en los partidos que lleva dirigidos hasta ahora. El técnico francés puso en su día sobre la mesa el nombre de Pogba, aunque en los últimos días ha vuelto a insistir en la necesidad de cerrar cuanto antes su fichaje de cara a la próxima temporada, tal y como avanza el diario 'Marca'.

El problema es que a la directiva del Real Madrid no le hace ninguna gracia negociar con el representante del centrocampista de la Juventus, Mino Raiola, y que la operación rondará los cien millones de euros, además de tener que hacer frente a los más de diez millones de euros netos por temporada que exige el jugador para dar su visto bueno.