Por fin una votación justa con Leo Messi

No todas las votaciones son injustas. A punto de cerrar el año, Leo Messi fue proclamado como mejor creador de juego del mundo por la IFFHS por segundo año consecutivo y arrasó en una votación en la que Andrés Iniesta quedó en segundo lugar. La noticia es algo que ya no debería ser noticia pero que por desgracia lo es: ¡por fin una votación justa con Messi! Tras el esperpento del Balón de Oro, la IFFHS ha decidido hacerle un favor al fútbol, y además lo ha hecho resaltando la que es una de las virtudes más meritorias pero menos destacadas del mejor jugador del mundo. Escondida tras sus goles, que dan la vuelta al mundo varias veces cada temporada, está su exquisita capacidad de creación, que además se ha potenciado a medida que ha ido madurando. Su juego se ha ido mutando en un concepto cada vez más colectivo y su aportación al juego del equipo no ha hecho sino aumentar cada año. El resultado es que hoy en día Messi es Messi hasta que decide ser Xavi, y demuestra una visión de juego inédita en un gran goleador como él. Por eso no es casual que en este ranking hecho público ayer Cristiano ni siquiera aparezca entre los diez primeros clasificados. Y es que queda claro que Leo gana al portugués en casi todas las facetas del juego, pero en donde le lleva una ventaja más escandalosa es precisamente en su capacidad de generar juego y conectarse con su equipo. Mientras CR7, incluso en sus grandes actuaciones, aparece siempre como un islote individual y sin capacidad de asociarse, Messi es siempre, también cuando no marca, un delantero dispuesto a convertirse en un centrocampista más. Esta virtud es seguramente el aspecto de su juego que más tiene que ver con La Masia y su exitosa formación en la cantera azulgrana, donde aprendió todos los mecanismos que han enriquecido un fútbol que ya de natural era único. En cualquier caso, la votación de la IFFHS no solo sirve para engrandecer a Messi aún más sino que es en sí misma una distinción que deja en evidencia a los otros premios que no han tenido en cuenta este aspecto del juego tan fundamental a la hora de juzgar los méritos de cualquier jugador. La buena noticia es que en el fútbol todavía queda gente con criterio.