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Nolito, una piedra en el zapato de Bartomeu

Nolito, en rueda de prensa

Nolito, en rueda de prensa / sport

Josep Maria Casanovas

FICHAR O NO FICHAR. El Barça tiene el mejor ataque del mundo. Un tridente que es garantía de gol y de títulos. Messi, Neymar y Suárez son tres jugadores de perfiles técnicos muy distintos pero que se complementan de maravilla. Además, son amigos y buenos compañeros. El sueño de cualquier entrenador. El problema es que detrás de estos cracks, los suplentes para las rotaciones tienen un nivel inferior que preocupa ya que Munir y Sandro no dan la talla. Se especula mucho en torno al delantero que el club podría fichar en el mercado de invierno. Todos los tiros apuntan a Nolito, un goleador que Luis Enrique conoce bien de su etapa del Barça B y del Celta y que recomienda. El problema es económico. ¿Hay que pagar 18 millones por un jugador de 29 años que hace cuatro años se fue con la carta de libertad? La situación de tesorería del Barça no es para tirar cohetes. La deuda económica la pasada temporada aumentó de 287 a 328 millones. La masa salarial del club está en límites peligrosos, 419 millones. Teniendo en cuenta que en enero se incorporarán Arda Turan y Aleix Vidal, el Barça prefiere no hacer más gasto económico, buscar una solución más barata o incluso no fichar a nadie y tirar de la cantera.

CALLA PERO NO OTORGA. A día de hoy no hay consenso para fichar a Nolito. Luis Enrique se está quedando solo en la petición. El director deportivo, Robert Fernández, busca otras opciones que no complacen al entrenador. El presidente Bartomeu calla pero no otorga. Está en una situación comprometida. Cuando era vicepresidente deportivo, verano del 2011, fue cuando Nolito se marchó libre, con la carta de libertad, y fichó por el Benfica. Cuatro años después, recuperarle cuesta una pasta difícil de asumir por quien antes le dejó marchar gratis. El nuevo internacional de La Roja se ha convertido en una piedra en el zapato de Bartomeu. Deportivamente podría ser una buena alternativa ya que haría el papel de Pedro, pero económicamente no es una operación amortizable. Por cierto, hablando de Pedro, fue un traspaso nefasto para el jugador y para el Barça. Los dos se equivocaron, los dos han salido perdiendo.