El club maneja un plan B

Guerra fría de Mourinho con Florentino

El presidente blanco ya no se fía de Mourinho, del que no quiere ser otra víctima como lo fue el Inter, y que le deje tirado después de dárselo todo

Alejandro Alcázar

Mourinho ha instalado el desconcierto en la planta noble del Santiago Bernabéu. La incertidumbre sobre su futuro tiene descompuesto a la jerarquía blanca, que no sabe muy bien a qué atenerse. Tanto es así que tras conocerse su último viaje a Londres, donde supuestamente ha adquirido una casa, han paralizado su planificación para la próxima temporada. Han decidido frenar cualquier operación hasta que ponga fin a esa guerra fría, dé un paso al frente y exprese con claridad si cumplirá el tercero de los cuatro años que tiene de contrato, o si ya tiene decido que no continuará.

Florentino Pérez ya no se fía de un entrenador al que fichó tras conquistarlo todo con el Inter, dejando tirado al club trasalpino con la única explicación de que su etapa había terminado y que necesitaba un reto superior como ganarlo todo como entrenador del Real Madrid. El presidente teme que se repita la historia pero siendo él la víctima. Se siente prisiones de un profesional que le exigió dar la vuelta a la estructura del club para controlara desde el primer al último detalle todos los aspectos deportivos. Y lo hizo sin regatear ninguna de sus exigencias con tal de que se sintiera cómodo y liderara su proyecto deportivo. Pero ahora duda de si le dejará o no tirado después de vivir dos años de completa zozobra por culpa de sus constantes amenazas abandonar la nave madridista por uno u otro motivo.

Todo ello ha hecho que saltaran las alarmas tras conocer el viaje de marras a Londres. Por eso, el Madrid ha decidido elaborar un plan B siga o no Mourinho. Si el portugués se queda, el plan será guardado en un cajón. Si no, trabaja adelantado. Para empezar, en el club tienen decidido mantener la planificación de pretemporada hecha por el portugués en Estados Unidos. Estudian como reorganizar el club en caso de tener que buscar un entrenador, o manager general, por lo que buscarían un técnico del perfil del portugués que asumiera la misma carga de responsabilidades. También elaboran su propia lista de refuerzos, al margen de la presentada por el portugués, para adelantar trabajo y que cuando aborden posibles fichajes no sean objetivos imposibles. Una lista que tendría que supervisar el nuevo manager general, aunque podrían abordar antes algún fichaje por necesidades del mercado. Una lista que encabezarían Javi Martínez, Kun Agüero e incluso David Silva frente a las peticiones de Mourinho como los laterales Mario Fernandes, del Gremio, o Kyle Walker, del Tottenham, o a Hazard, del Lille, o Götze, del Dortmund.