Duras sanciones para Anquela y Bordalás

El Comité de Competición de la RFEF sancionó con seis partidos de suspensión al entrenador del Numancia, Juan Antonio Anquela, y con tres al del Alcorcón, José Bordalás, tras los partidos de la vigésima séptima jornada de la Liga Adelante de fútbol.

Según al acta arbitral del partido Girona-Numancia (2-1), Anquela fue expulsado en el minuto 79 por "protestar de forma ostensible una decisión" del colegiado "con los brazos en alto y gesticulando varias veces dirigiéndose al cuarto árbitro en los siguientes términos: 'no ha sido penalti, joder', y abandonó el terreno de juego dirigiéndose al túnel de vestuarios en señal de disconformidad".

Y agrega que una vez expulsado, y estando en la entrada del túnel de vestuarios, Anquela "se dirigió al árbitro asistente Nº1 en los siguientes términos: 'tu puta madre'".

"Una vez finalizado el partido cuando el árbitro asistente Nº1 se encontraba en el túnel de vestuarios se volvió a dirigir al mismo en los siguientes términos: 'A ver qué ponéis luego en el acta; seguro que vais a mentir, como siempre", agrega el colegiado en el acta.

Por ello Anquela ha sido castigado con seis partidos de suspensión: dos en aplicación del artículo 120 y cuatro, en aplicación del 94.

Bordalás, técnico del Alcorcón, fue expulsado en el minuto 44 del partido contra el Leganés (1-2) por, según el acta, "realizar observaciones, a la vez que se adentraba en el terreno de juego", dirigiéndose hacia el colegiado "en varias ocasiones diciendo: 'Nos estás cargando a tarjetas, joder. Me cago en la puta; nos estás cargando a tarjetas'".

"Con efecto inmediato a la expulsión, volvió a entrar en el terreno de juego gritándome: 'Nos estás jodiendo y lo sabes', en reiteradas ocasiones. Dada la conducta agresiva que tenía hacia mí tuvo que ser sujetado en varias ocasiones y retirado del terreno de juego por varios oficiales y sustitutos de su propio equipo", agrega el colegiado en su acta.

Por ese motivo Competición impone a Bordalás tres partidos de suspensión (artículo 120).