MI VERDAD

Suárez se merece una dosisde paciencia y confianza

Luis Suárez se desfondó ante el Atlético

Luis Suárez puede ser decisivo en este 2015 / IGNASI PAREDES

Josep Maria Casanovas

TIEMPO AL TIEMPO. Paciencia, paciencia es lo que hay que tener con Luis Suárez. El primer año en el Barça no es fácil para nadie. Cierto que no está cumpliendo con su capacidad de goleador, pero lo que no hay que hacer es presionarle, ya que esto le crearía más ansiedad. Todo lo contrario, queremos destacar un comportamiento positivo que le ha permitido ganarse el cariño del vestuario. Su actitud es elogiable. Trabaja para superarse. Es generoso en el campo sacrificando su individualismo por el bien del equipo. Por este camino, los goles llegarán. Adaptarse al juego de Messi y a las características de Neymar lleva su tiempo. Más importante que quién marca los goles, es que el Barça gane. Esto debe dar tranquilidad y confianza al uruguayo. El equipo funciona y sus goles pueden esperar. Aquí no es la figura como en el Liverpool, donde era poco menos que el salvador. Aquí hay una estrella galáctica que se llama Leo y todos los demás giran a su alrededor. Así lo ha entendido quien fuera Bota de Oro la pasada temporada. Es consciente de su nuevo papel y sabe que más pronto que tarde se cumplirán las expectativas que levantaron su fichaje. Hay que recordar que hasta el momento su adaptación al Barça no ha sido un camino de rosas, ya que pagó el alto precio de una sanción de cuatro meses que retrasó su debut en la Liga.

DIFÍCIL ADAPTACIÓN. El estilo de juego del Barça no tiene nada que ver con lo que estaba acostumbrado Suárez en Inglaterra. Es una dinámica de movimientos distinta, un fútbol de toque con pocos espacios, rápida circulación del balón y mucha elaboración de las jugadas. Por muy buen jugador que seas, cuesta integrarse en este sistema. En esta fase se encuentra. Tiene la confianza del entrenador, acepta y entiende el liderazgo de Messi como algo positivo y se ha ganado el aprecio de sus compañeros en el vestuario por su carácter abierto y humilde. Lo más importante de la temporada está por llegar. Pronto tendrá la compensación que merece su trabajo. El año pasado sucedió algo similar con Neymar, que rendía por debajo de lo esperado. Superada su adaptación, ahora el brasileño brilla con luz propia y su juego comienza a estar al nivel de efectividad de la canarinha. Con Suárez esperamos y deseamos que suceda lo mismo. No hay que ponerle la pistola en el pecho ni hay que criticar el alto coste de su fichaje. Hay que tener paciencia y darle confianza.