Mi verdad

Neymar era una necesidad, Bale es un capricho muy caro

Josep Maria Casanovas

UN CAPRICHO MUY CARO. El Madrid demostró anoche goleando al débil Copenhague que no necesita a Bale. Este ha sido un fichaje capricho de Florentino que va a dar muchos quebraderos de cabeza a Ancelotti ya que no le resultará fácil encajarlo en el equipo. Vaya por delante lo que hemos dicho siempre, es un buen jugador pero no es un crack, dicho en otras palabras, no vale cien millones ni por casualidad. La verdad es que hay que entender la llegada del jugador galés como una operación anti-Neymar. En el Bernabéu cogieron un ataque de celos cuando los tentáculos de Rosell en Brasil consiguieron que el jugador más talentoso del fútbol samba aterrizara en el Camp Nou. A partir de este momento al presidente blanco se le puso entre ceja y ceja contratar a un jugador que eclipsara al fichaje estrella del Barça. No querían ser menos. Pero comenzamos a tener la sensación de que se han equivocado con la elección. Han puesto el listón económico tan alto, que las expectativas no se cumplen. Bale ha jugado poco y sin brillo. Dicen que está lesionado pero parece una excusa a la vista de que no les hace falta. Por si fuera poco ayer Di María con dos goles dejó claro que le va a poner cara la titularidad. Tener 100 millones en el banquillo puede ser una bomba de relojería. De la misma manera que Neymar era un fichaje necesario para el Barça, Bale es un capricho muy caro.

PROGRESA ADECUADAMENTE. Neymar en el Barça es todo lo contrario de Bale en el Madrid. Costó la mitad, aporta al equipo un estilo de jugador que no tenía, con talento, velocidad, regate y gol. Es un magnífico complemento para jugar con Messi y se ha ganado la titularidad no solo por su brillante aporte ofensivo, sino porque se pone el mono de faena y presiona como uno más. Los temores de que tuviera aires de divo se disiparon pronto. Ha encajado bien en el vestuario con una humildad inesperada por la fama con que llegó envuelto. Pero lo más importante es que su rendimiento en el campo va a más cada partido, su adaptación ha sido más rápida de lo previsible y ha entendido perfectamente la mentalidad de Barça, por encima de las individualidades está la fuerza del equipo. No vive obsesionado por el gol, no tiene celos de Messi, se entiende con Martino y disfruta jugando en el Camp Nou. Si comparamos el rendimiento de Neymar y Bale, no hay color. Uno progresa adecuadamente mientras que el otro tiene un rendimiento insuficiente.