LA OPINIÓN

El Espai Barça, una prioridad postelectoral

Imagen facilitada por el FC Barcelona de la recreación del posible proyecto de ordenación del nuevo Camp Nou, que se denomina "Espai Barça"

Imagen facilitada por el FC Barcelona de la recreación del posible proyecto de ordenación del nuevo Camp Nou, que se denomina "Espai Barça" / sport

Joan Vehils

el nou camp nou. El socio del Barça votó, mayoritariamente y en referéndum, hace un año la construcción del Espai Barça. Un proyecto de remodelación del Camp Nou y todo su entorno con un coste de 600 millones de euros. El actual estadio se ha quedado obsoleto y no tendría sentido retrasar más su remodelación tras las próximas elecciones. Se trata de un proyecto que debe ir al margen del presidente de turno. Es decir, si Bartomeu no fuera el elegido, el nuevo presidente debería seguir con la voluntad de sus consocios. Retrasar más las obras afectaría directamente a la economía y a la imagen del club y de la ciudad. No hace falta viajar muy lejos para observar que estadios como el del Atlhetic de Bilbao están a años luz del Camp Nou. Ayer, la empresa Deloitte, presentó un estudio sobre el impacto económico del Barça en la ciudad de Barcelona. Los datos impresionan. 759 millones de euros de impacto en el PIB generado por el club, lo que representa el 1,25 del PIB de Barcelona. Pues bien, la puesta en marcha del Espai Barça aumentaría el impacto en el PIB en un 9%. No hacerlo sería quedarse atrás. Ahora que el club genera cada año beneficios es el momento de convertir el estimado Camp Nou en el mejor estadio del mundo. El Barça, como ya ocurrió con la construcción del Camp Nou en 1957, necesita avanzar en este sentido. El mejor equipo del mundo está claro que debe jugar en la mejor instalación del mundo. Si se consiguen las dos cosas, el Barça resultará más imparable de lo que es. Hoy en día, los resultados deportivos son prioritarios para un club de fútbol pero si no van acompañados de una buena gestión económica es imposible mantenerse en lo más alto.