El método Mourinho

HABLAR SIN HABLAR. Mourinho se hace el enfadado. Dice que el Madrid es un club señor y no le dejan hablar de los árbitros, pero que él hablaría, porque, ya se sabe, han pasado cosas... pero no puede, pero bueno, sí, a él le gusta la verdad... Y bla, bla, bla. Mourinho ha sofisticado su método, le ha dado un perfil más sutil, ahora intenta maquillar con un tinte de falsa elegancia lo que siempre ha sido: una burda manipulación con tal de presionar y lograr los objetivos que le interesan. Se trata de hablar sin hablar, que parezca que no diga nada pero que se le entienda todo.

El sábado soltó la primera piedra a la vez que escondió la mano a veinticuatro horas del clásico: “Han pasado cosas con los arbitrajes pero nadie abre la boca”. La segunda piedra la lanzó inmediatamente después del partido: “El árbitro cometió un error importante, pero el Madrid es un club señor y no se puede hablar de penaltis no señalados”.

Ahora que el Madrid sigue a ocho puntos del Barça, toca hacerse la víctima. Ahora llorará haciendo ver que le han dejado solo y que no le permiten alzar la voz contra aquellas injusticas que solo a él le interesan ver. Y pedirá que le pongan a un director deportivo con carácter que le haga el trabajo sucio, que presione a los árbitros sin que él tenga que bajar al fango. Más de lo mismo, más de lo de siempre. La culpa nunca es suya.

Lo dicho, Mourinho ha sofisticado su método, pero es el mismo llorón de siempre.