SEXTO SENTIDO

¿Me pone con la secretaría técnica del Real Madrid?

Carlo Ancelotti en el Santiago Bernabéu

Carlo Ancelotti en el Santiago Bernabéu / sport

Carme Barceló

Si Gila estuviera vivo, le daría las gracias a Florentino Pérez por inspirarle un nuevo gag. Me imagino al irrepetible humorista visionando la comparecencia de prensa del presidente blanco. A la pregunta sobre quienes son los responsables de la secretaría técnica del Real Madrid, F.P. contuvo la respiración, tensó el rostro, frunció el ceño y respondió: “los mismos que ganaron la Champions, la Copa del Rey y la Supercopa”. Es decir, que yo llamo por teléfono y pregunto por el jefe de ese departamento, me empieza a desfilar gente con los títulos colgando como un escapulario.

Las declaraciones de Cristiano dejaron a las claras que el que ficha en el Madrid es el presidente. Y parece que a CR7 no le acaba de gustar. Aquí se le dan más palos que a una estera a Zubizarreta pero sabemos a quién nos dirigimos. Sale en rueda de prensa, presenta informes y proyectos y acepta preguntas y respuestas. Hay un vicepresidente deportivo con nombre y apellidos, Jordi Mestre, que también tiene cara y ojos. La transparencia en este sentido es total, más allá que nos guste o no la calidad de su trabajo. Si llega a decir Bartomeu lo mismo Florentino Pérez, tenemos una feria que nos dura un año.

De la junta directiva del Madrid el gran público conoce un par de nombres y no sabe ni qué tono de voz tienen. A Florentino le sentó a cuerno quemado que alguien osara pertubar su sancta sanctorum del ¿organigrama? de la dirección deportiva que, al parecer, lo conforman él y su director general. Si Gila les llamara, seguro que no se pondrían. Porque no aparecen en el listado telefónico de la centralita blanca. Allí sólo hay una extensión que, paradógicamente, es muy corta. Y ese don Miguel, maestro único del absurdo, que le pedía a la telefonista: “póngame con los Estados Unidos. ¿Con todos? No, con uno. Con Washington”, podría hacer un monólogo genial con un tema por el que en la capital han pasado de puntillas. “Señorita, ¿me pone con la dirección deportiva del Real Madrid?”. Pero con toda, ¿eh?