Andoni Zubizarreta fue quien le comunicó que no seguiría en su cargo

Las lágrimas de Guillermo Amor

Ya se sabe que los martes y 13 nunca suelen ser buenos. Y Guillermo Amor lo pudo comprobar

Josep Capdevila

"La Masia no se toca". Esa fue la reacción populista de la junta directiva del FC Barcelona cuando la FIFA decidió sancionar al club con un año sin poder fichar por las irregularidades en la incorporación de jóvenes jugadores extranjeros. Pero ya se sabe que del dicho al hecho hay un trecho. Y el hecho nos dice que más que la FIFA, quien está tocando, y de mala manera, La Masia, es la propia directiva del FC Barcelona.

El martes al mediodía, Andoni Zubizarreta esperó a que todos los que trabajan en la secretaría técnica del club marchasen a almorzar para llamar a Guillermo Amor a su despacho. Se le acababa el tiempo. Amor, como Albert Puig (también cesado hace unos días) tenía una cláusula en su contrato según la cual si antes del 15 de mayo no se les decía lo contrario, quedaban automáticamente renovados. Y allí, el hombre en quien Josep Maria Bartomeu ha dipositado toda su confianza, le dio la noticia: "No vas a seguir como director del fútbol formativo". Lo que pasó a continuación, no fue muy agradable. Amor, al que le cuesta mucha alzar el tono de voz, no aguantó más y le recriminó la decisión a Zubizarreta. No se lo esperaba. De hecho, hacía ya unos días que estaba planificando cosas importantes de cara a la próxima temporada.

'Zubi' intentó apagar el fuego. Pero con su habilidad habitual lo que hizo fue echar más gasolina. "Hemos pensado que puedes tener otras funciones en el club, quizá algo con las escuelas internacionales..." "Claro, ¿para tenerme lejos de aquí, verdad?", fue la respuesta de Amor. De todas maneras, en eso momento no quiso cerrar ninguna puerta.

El miércoles, a las 11 de la mañana, Amor convocó a todos los entrenadores desde el alevín A al juvenil B a una reunión. En la misma estaba también presente Joan Vilà, Director de Metedología de club y que apunta como posible recambio ahora de Guillermo Amor. Éste comunicó lo que le había dicho el día anterior Zubizarreta. En un principio lo hizo en un tono sereno, como es habitual en él. Intentó "venderlo" como algo normal, una decisión de club. Hasta que no pudo más y echó a llorar. Pero, muy en su sitio, ni así perdió en ningún momento la compostura. Al contrario, pidió a todos sus colaboradores que el sábado fuesen al Camp Nou y animaran al equipo en un día tan importante. Y, de manera especial, les pidió una cosa. "Queda un mes y medio de trabajo y lo vamos a hacer cómo sabemos para demostrar que aquí las cosas se hacen bien".

Fue una reunión de apenas 20 minutos y en la que, la verdad, Joan Vilà no quedó muy bien parado. Se entiende que su forma de trabajar es más propia de hace unos cuantos años que no actualmente. El fútbol ha evolucionado mucho y se teme que si se hace responsable del fútbol formativo incorpore algunos sistemas de trabajo ya en desuso.

La situación hoy en el fútbol formativo del club es complicada. El desánimo cunde entre los técnicos y auxiliares. "Es una injusticia que se quiera hacer ver que las cosas se hacen mal", repiten una y otra vez.