Sin Messi: de supervivencia a súper vivencia

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

El Barça ya no depende de Messi. El conjunto azulgrana ha sabido contrarrestar la ausencia del mejor jugador del mundo en partidos de máxima exigencia y ha demostrado ser capaz de todo sin el rosarino. De esta forma podría empezar cualquier análisis del conjunto azulgrana tras los buenos resultados obtenidos durante la lesión del argentino. El único problema sería, seguramente, que ni siquiera el autor del texto se creería sus propias palabras.

Los éxitos del Barça desde la irrupción de Leo se explican principalmente a partir de la inspiración del '10'. Y así seguirá siendo hasta que él quiera. Por eso cuando se le confirmó la fractura de radio el barcelonismo se puso las manos a la cabeza. "¿Y ahora, qué?" Sin el as en la manga, los duelos ante Inter de Milán, Real Madrid y de nuevo Inter pasaron de reto a amenaza. Los números confirmaban el sentimiento generalizado de orfandad: con Leo se registraban un 71% de victorias. Sin él, un 64%.

La tormenta ha pasado de largo y el Barça ni se ha mojado: cuatro victorias, con goleada en el Clásico incluida, y un empate en el Meazza. Un bagaje de matrícula de honor obtenido, sobre todo, gracias a dos factores: el sentido común y un nombre propio. El de Luis Suárez.

Ernesto Valverde entendió a la perfección que la lesión de Messi no podía tener un único sustituto. Como diría Lope de Vega, fue Fuenteovejuna: todo el pueblo, a una. La plantilla salió a morder ante el Inter en el Camp Nou. Rafinha fue el elegido para poner intensidad en la presión y el experimento fue un éxito: victoria cómoda y sensación de bloque sólido.

Pero el Clásico sería otra historia, decían. Y vaya si lo fue. Luis Suárez se echó el equipo a la espalda y selló el despido de Lopetegui con un colosal hat-trick. En el olvido queda la clara ocasión de Modric para hacer el 2-2, ya que el uruguayo puso el acierto que hacía falta para dar la puntilla al eterno rival.

De dulce, el equipo se relajó en Vallecas tras tener el partido encarrilado. Lo que con Messi habría sido un 0-3 o 0-4 fue solo un 0-1, y el Rayo se vio capaz de levantar el partido. De nuevo el acierto en los momentos clave dio al Barça los tres puntos. 

El serio aviso tuvo un gran efecto en Milán. Los azulgranas cuajaron una gran primera parte sin premio y regresaron a Barcelona con la clasificación para octavos en el bolsillo en el último test sin su mejor jugador.

Lo que debía ser un ejercicio de supervivencia ha terminado siendo una súper vivencia. También lo es subirse al Dragon Khan y, en cambio, son muchos los que no quieren repetir después de la primera vez. La arriesgada aventura ha salido bien esta vez, pero no hay que engañarse: el Barça necesita a Messi como el comer si de verdad quiere recuperar el trono europeo.

UNA VISITA AL FUTURO

Por más que cueste imaginar ese momento, llegará un día en el que el Barça no tenga a Messi. Los azulgranas tendrán la obligación de seguir aspirando a todo sin el mejor jugador de la historia, por lo que todas y cada una de las lesiones del rosarino sirven como breve viaje al futuro. Con varios ensayos generales será menos traumatico, ¿no?