Alexis Sánchez: 20 horas de vuelo + 95 minutos de juego + intensa lluvia = 15 días de baja

Alexis Sánchez no fue titular el sábado contra el Sporting. A pesar de la baja de Leo Messi, Pep Guardiola prefirió darle un poco de descanso. De hecho, es de suponer que si mediada la segunda parte el resultado no hubiese sido de empate a uno el chileno no habría jugado ni un minuto. Pero el marcador estaba apretado y el técnico decidió que Alexis jugara la última media hora. Y ya en los últimos minutos del partido, cuando, ahora sí, el marcador ya estaba sentenciado con el 3-1, en un sprint, el delantero se hizo una pequeña rotura fibrilar en el adductor de la pierna derecha. El parte médico dice que estará entre 10 y 15 días de baja.

En el entorno del chileno son claros. No es un problema de mala suerte. Para ellos, la lesión tiene su explicación. En cinco días, Alexis tuvo dos vuelos de 10 horas cada uno, Barcelona-Madrid-Nueva York y Nueva York-Madrid-Barcelona. Jugó 95 minutos en un partido amistoso contra Ghana disputado bajo una intensa lluvia y con un terreno de juego que no se puede decir precisamente que estuviera en muy buen estado. Llegó a Barcelona solo unas 24 horas antes del partido contra el Sporting, con el jet-lag y solo un par de horas antes de poder entrenar con sus compañeros.

¿Tenía que haberle dado descanso Guardiola? La opinión generalizada es que no. El Barça es quien le paga, es su club y debe ser su prioridad. El problema no era el partido contra el Sporting. El problema era el partido de Chile. Mientras selecciones como Argentina o Brasil jugaron sus amistosos en Europa, los chilenos escogieron Estados Unidos, aunque a su favor hay que decir que Claudio Borghi tenía solo a 6 jugadores entre los 22 convocados que jueguen en Europa. Eso si, como ya explicamos, el partido fue una auténtica aventura y seguro que los 36 minutos de descanso porque Ghana no quería salir a jugar la segunda parte, tampoco ayudaron mucho a los jugadores.

"Alexis viajó tocado y regresó más tocado aún", me explica un chileno que conoce bien al jugador barcelonista. Pero ya se sabe que los jugadores no saben decir casi nunca no a su selección y tampoco es que lo tengan muy fácil para hacerlo, todo hay que decirlo. Y al final, quien más quien menos, lo suele pagar con las siempres fastidiosas lesiones musculares.