Gareth Bale va como un tiro. Está en un momento dulce. El jugador madridista ha demostrado que está enchufado y que sus goles van a estar ahí para cuando el equipo los necesite. El galés anotó el tercer tanto en la victoria a domicilio de los hombres de Lopetegui en Girona (1-4). Ese tanto puso de manifiesto que si le dejan espacios es un arma letal, un jugador que, con su verticalidad y su velocidad, se puede considerar, prácticamente, imparable.

Bale: "Me gustaría tirar penaltis, pero es el entrenador el que elige" (leer noticia)