El Real Madrid lo tiene todo a su favor para plantarse en las semifinales de la Champions por segundo año consecutivo eliminando al Chelsea, el equipo que le dejó sin final el año pasado y que acabó proclamándose campeón. Llega con una ventaja de dos goles (1-3) y juega en el Santiago Bernabéu. Tiene que hacer frente a un partido de los que le gusta jugar, con el rival arriesgando para remontar y que dejará espacios para salir al contragolpe. Sobre el papel todo es rectilíneo, pero sobre el césped aparecen curvas si los azules desbordan a los blancos en ataque.

Real Madrid-Chelsea: el campeón, ante el abismo (leer noticia)