La autoridad fiscal no siempre cuenta con la información necesaria para completar sus trámites, lo que puede desencadenar la emisión de requerimientos a los contribuyentes. Estos requerimientos pueden adoptar diversas formas, incluido el requerimiento presencial, que implica que el contribuyente se presente en persona en una fecha y lugar específicos para proporcionar información adicional o aclarar datos.

Hacienda impone multa de 15.000 euros por no acudir a este requerimiento de manera presencial (leer noticia)