Leo Messi ya está oficialmente de vacaciones. Llegó el domingo a Rosario, donde le espera su esposa, Antonella Rocuzzo, a pie de la pista en la que aterrizó el avión del argentino para abrazarle y felicitarle en persona por la conquista de la Copa América. En su tierra pudo reencontrarse con sus hijos y el resto de sus familiares, con los que pasará unos días en los que podrá desconectar de una temporada larga y no siempre agradable, pero que ha acabado de la mejor manera posible, con su primer título con la absoluta de la albiceleste en su cuarta final.

Las vacaciones más extrañas de Leo Messi (leer noticia)