Chile es favorita en Porto Alegre. Se lo ha ganado a pulso conquistando las dos últimas ediciones de la Copa América, en ambos casos frente a Argentina y tras una tanda de penaltis. Lo saben los chilenos, que lo asumen, y lo saben los peruanos, que lo admiten pasando la presión a su rival. Pero ser favorito sobre el papel no garantiza nada sobre el césped, que es donde hay que jugar.

Chile-Perú: solo uno rozará la gloria (leer noticia)