Menudo partidazo. Tremendo. Una auténtica oda al fútbol de un Bayern que da un puñetazo encima de la mesa brutal en el campo del gran rival del grupo. El Tottenham fue un mero juguete en las manos de un conjunto bávaro que fue una máquina de matar en los metros finales. Al final, la gloria se la llevaron Gnabry, con un póker, y Lewandowski, con un doblete. Pochettino se pone nervioso.

Exhibición de Gnabry en el naufragio 'spur' (leer noticia)