Zaniolo se coló en la fiesta de Dzeko. El bosnio dio toda una exhibición de lo que debe hacer un delantero centro y lideró a una Roma que dejó vivo al Oporto (2-1). El joven italiano fue el héroe y en el Olímpico ya se empieza a corear su nombre. Deberán recordarlo. Este chico tiene ángel.

Recital 'Olímpico' de Zaniolo y Dzeko (leer noticia)