No hubo atisbo alguno de sorpresa. Liverpool y Oporto jugaron a dejar pasar los minutos sin hacerse daño, conscientes que la eliminatoria estaba sentenciada y ambo equipos atraviesan un momento crucial en sus competiciones domésticas. Nueve años después, Anfield albergará un partido de los cuartos de final de la Champions League.

El Liverpool supera el trámite ante un Oporto que nunca fue rival (leer noticia)