Errores individuales groseros, futbolistas que no han rendido como de ellos se esperaba. Un equipo demasiado frágil anímicamente a la hora de encajar golpes durante los partidos. La segunda temporada completa de Xavi Hernández terminará en blanco. Hubo un 'conato' de reacción en el mes de marzo, pero la derrota dolorosa en Girona da carpetazo a una campaña en la que no se han cumplido los objetivos. Y en la que no hay muchas cosas por rescatar.

¿Por dónde debe empezar la revolución de Xavi? (leer noticia)