Gerard Piqué llevaba muchas semanas arrastrando molestias en el tramo final de temporada. Tantas que, finalmente, decidió parar. El último encuentro que disputó fue el 1 de mayo, ante el Mallorca, donde se probó sin poder acabar la primera mitad. Días más tarde, el Barça confirmaba que sufría "una reagudización de la tendinopatía del aductor largo del muslo izquierdo". Hasta el día de hoy, ya inmerso en plena gira por Estados Unidos y con un objetivo claro: el clásico ante el Real Madrid.

Piqué quiere jugar el clásico (leer noticia)