Un año después de fichar con bombo y platillos a Dembélé (20 años) como la gran promesa del fútbol francés, el Barça repite una operación similar fichando al extremo brasileño del Girondins de Burdeos, Malcom (21 años). A simple vista, parece un cromo repetido. Si se confía en Dembélé, extraña la llegada de un jugador que le puede hacer sombra ya que tiene más gol. El problema siempre es el mismo. Cuando no puedes fichar la opción A y se sale de presupuesto la opción B, acabas fichando la opción C que evidentemente tiene más riesgo que las anteriores.

El fichaje de Malcom demuestra que con Dembélé les robaron la cartera (leer noticia)