El fichaje de Malcom demuestra que con Dembélé les robaron la cartera

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

Un año después de fichar con bombo y platillos a Dembélé (20 años) como la gran promesa del fútbol francés, el Barça repite una operación similar fichando al extremo brasileño del Girondins de Burdeos, Malcom (21 años). A simple vista, parece un cromo repetido. Si se confía en Dembélé, extraña la llegada de un jugador que le puede hacer sombra ya que tiene más gol. El problema siempre es el mismo. Cuando no puedes fichar la opción A y se sale de presupuesto la opción B, acabas fichando la opción C que evidentemente tiene más riesgo que las anteriores. 

Pongamos nombres para entendernos mejor. El objetivo prioritario era Griezmann y la historia acabó como acabó. Renovando por el Atlético y dejando al Barça sin el gran fichaje del verano. La opción B, aceptada por Valverde, era Willian pero los 70 millones que pedía el Chelsea y los ocho netos que quería ganar el jugador brasileño, hicieron inviable económicamente el fichaje. Así se llegó a la tercera opción, un brasileño que ha hecho una buena temporada en la Ligue 1 y que Monchi se creía que tenía atado para la Roma. Se trata de un jugador con futuro, rápido, con buen dribling, con la cabeza bien amueblada y con un disparo desde fuera del área que le ha valido muchos goles.

Lo que ha demostrado el fichaje de Malcom es que al Barça le robaron la cartera cuando fue a Dortmund a fichar a Dembélé. Pagaron el gusto y las ganas. Les vieron venir con los 222 millones de Neymar, con las ganas de cubrir rápido la ausencia del crack. En Alemania todavía están alucinados como el Barça pudo pagar 105 millones más 40 en variables por un jugador que habían fichado un año antes del Rennes por solo 15 millones. El fichaje de Malcom esta semana no hace otra cosa que ratificar esta teoría. Han pagado menos de la mitad por un jugador que seguro que encaja mejor en el Camp Nou. Malcom ha costado 40 millones más uno en variables, un precio de mercado que pone en evidencia el gran error cometido hace un año.

La competencia siempre es buena pero a veces puede ser cruel. O Dembélé se pone las pilas o puede quedar eclipsado por Malcom que ha llegado con muchas ganas. La directiva traspasaría a gusto al francés pero el problema es que no hay ofertas, además gana sin jugar una ficha que no se merece. Tampoco encaja en los gustos de Valverde ya que es un jugador que no defiende, es poco solidario en el esfuerzo del equipo y encima es más aficionado a la farándula que a los entrenamientos. Mal panorama si no cambia. Ahora está de vacaciones en Miami y a pesar de que en todo el Mundial no jugó ni una hora, no ha tenido el gesto de adelantar su incorporación al equipo. Un jugador debe ganarse la titularidad en los entrenamientos, no se vive de la fama ni de lo que costó su fichaje.

No nos engañemos, cuando la secretaría técnica del Barça ha decidido fichar a Malcom es porque no tienen confianza en Dembélé. En esta doble operación Pep Segura puede quedar retratado. ¿Por qué pagaron por Dembélé a precio de oro? De La misma manera que siempre hemos criticado al extremo francés por su falta de gol comparado con Mbappé, Malcom tiene gol y puede encajar mejor en un equipo donde los brasileños comienzan a tener un peso específico importante en el vestuario.