Plácido debut de Nadal en Wimbledon

No ofreció fisuras Rafa Nadal en su estreno sobre la hierba del All England Club, pero tampoco enamoró al respetable. Fue el del balear un trabajo de manual, una faena de aliño, ante un Dudi Sela que se desarmó en cuanto el balear apretó mínimamente el acelerador para terminar llevándose el triunfo por 6-3, 6-3 y 6-2 en apenas 1 hora y 50 minutos. 

Queda lejos este Rafa del que arrolla a sus rivales sobre tierra batida gracias a su derecha engolada que se eleva al cielo al entrar en contacto con el suelo. En Londres el balear se ve obligado a jugar mucho más plano para hacer daño y eso le pasa factura. 

No ocurrió ante Sela, porque por algo el israelí es el 129 del mundo. Por eso duró el partido lo que duran dos hielos en un 'whisky on the rocks'. Concretamente, hasta el octavo juego del primer set, cuando Nadal consiguió romperle el servicio a su rival en blanco y tomó carrerilla.

A partir de ahí, el manacorí encadenó 12 puntos consecutivos, set mediante, por supuesto (6-3). Porque la segunda manga arrancó con una nueva rotura de saque de Rafa sobre su rival, que por aquel entonces ya era un barco a la deriva después de haber mantenido el tipo en la primera media hora de duelo.

Aun así, supo rehacerse Sela para volverse a meter en el partido gracias a su saque y a los errores de Nadal al resto. Porque no fue el día del número uno en esa suerte defensiva, contrariamente a lo que nos tiene acostumbrados. A la hora de la verdad, sin embargo, volvió a emerger el gigante para romper de nuevo el saque a su rival y tocar a rebato en adelante (6-3).

La tercera manga ya fue una serie de catastróficas desdichas para Sela, al que de anda sirvió hurgar en la moral de Nadal rompiéndole el servicio en el primer juego. El manacorí le devolvió la jugada a su contrincante y lo hizo por partida doble —se pasó del 0-1 al 3-1 en un abrir y cerrar de ojos—. Fue el golpe definitivo para el israelí, que consiguió salvar dos bolas de partido pero nada pudo hacer a la tercera. Comienza Nadal con buen pie en Londres. Veremos cuando lleguen los rivales de verdad.