Todos contra Movistar

Richard Carapaz se convirtió en el primer ecuatoriano en ganar el Giro

Richard Carapaz se convirtió en el primer ecuatoriano en ganar el Giro / EFE

Jonathan Moreno

La apuesta de Movistar por La Vuelta a España está fuera de toda duda. La escuadra telefónica presentará el sábado en Torrevieja todo su arsenal, a excepción de Andrey Amador y Mikel Landa. El alavés renunció a participar tras completar Giro y Tour de Francia. Un calendario con las tres grandes parece hoy en día inimaginable para un ciclista llamado a pelear por la general. 

Sí que estarán en la localidad popularizada por el legendario ‘1,2,3’ Alejandro Valverde, Nairo Quintana y Richard Carapaz, quien regresa al ruedo tras su éxito en Italia, donde alzó el trofeo ‘Senza Fine’ en el Arena de Verona. El ecuatoriano ha preparado a conciencia este último tramo del curso y llega a la tercera grande por excelencia más fino que nunca. 

Eusebio Unzué opta de nuevo por un remozado ‘tridente’ para redondear una temporada que podría resultar de sobresaliente. Triunfo en la ‘Corsa Rosa’ y mejor equipo en Francia, con tres corredores en el Top-10. A ellos les acompañarán Imanol Erviti, Nelson Oliveira, Antonio Pedrero, Jorge Arcas y Marc Soler. Cinco gregarios todoterreno, capaces de dinamitar la carrera en cualquier momento. Especialmente el catalán. Soler ya ha demostrado en Giro y Tour que tiene piernas para estar con los de cabeza. Al de la Vilanova se le ha visto fundirse sobre la bicicleta en apoyo a sus jefes de filas, aunque su progresión no acaba de dar el ‘petardazo’ definitivo, aún alejado del ciclista que maravilló en la París-Niza de 2018. El barcelonés necesita un mayor grado de resposabilidad si anhela a pugnar por el podio.

Astana, la amenaza

El desembarco de los kazajos en La Vuelta es de órdago. Nadie quiere perderse los emocionantes 3272,2 kilómetros de recorrido por las carreteras españolas. Miguel Ángel ‘Superman’ López parte como teórico jefe de filas en Astana. Su podio en 2018 y la victoria en Catalunya otorgan al colombiano el rol de candidato. La escuadra euroasiática, no obstante, tampoco pone todos los huevos en una misma cesta. Jakob Fuglsang será el as escondido en la manga. El danés vale para un roto y para un descosido, dando la cara tanto en contrarreloj como cuando el pavimento agarra pendiente. Reciente ganador del Critérium Dauphiné, Fuglsang renovó contrato ayer mismo con Astana hasta 2021. 

Los hermanos Ion y Gorka Izagirre, Luis León Sánchez u Omar Fraile son sinónimo de pelea y combatividad para los kazajos a partir del próximo sábado. 

Incógnita Roglic

Una de las grandes dudas que plantea la competición será el estado de Primoz Roglic. El Jumbo Visma decidió no incluir al esloveno en su equipo del Tour, otorgándole todos los galones a Steven Kruijswijk. El neerlandés respondió a la confianza y salió en la foto de los Campos Elíseos encaramado al tercer escalafón del podio tras los Ineos. Kruijswijk estará también en La Vuelta, pero todo hace presagiar que como escudero de Roglic. El vencedor del Giro 2018 y podio en 2019 necesita un equipo sólido que le respalde. En Italia se pudo comprobar que el balcánico estaba más solo que la una cuando Movistar endureció la carrera. Carapaz, Amador, Soler y Landa le prepararon diversas emboscadas sin respuesta por parte del Jumbo Visma. Al final, Roglic acabó tercero gracias a ser un especialista contra el cronómetro y arrebatarle la posición por dos segundos a Mikel Landa. Hombres como Gesink, George Bennet y Tony Martin tratarán de evitar una nueva debacle del esloveno en España.

La carretera es procelosa. Resabiada. No siempre el más fuerte acaba imponiéndose. No en ciclismo. El factor suerte influye. Y mucho. Cualquier curva, descenso, cuneta entraña peligro. Sin contar con los temidos abanicos o los afiladores. Miedo de cualquier ciclista. Los favoritos tienen nombre y apellidos, pero nunca hay que descartar la aparición de un ‘outsider’ que acabe llevándose el gato al agua. Fabio Aru, Rigoberto Urán, Nicolas Roche, Pierre Latour podrían tener su cuota de protagonismo. Y no nos olvidemos del Ineos...