Ni Jumbo ni Vingegaard se fían de Pogacar

El corredor nórdico ha llegado a la última semana pletórico, pero todavía no ve la carrera sentenciada

En el Jumbo aún están frescas las imágenes de Roglic perdiendo el Tour en la crono de Belles Filles 

Vingegaard, concentrado durante el Tour

Vingegaard, concentrado durante el Tour

Jonathan Moreno

No ha dejado de repetir la idea, como un mantra que le permite no bajar la guardia, mantener la concentración cada día. “Habrá batalla hasta París”, no se ha cansado de decir Jonas Vingegaard mientras ya toda la caravana del Tour le ve como bicampeón. El danés y su equipo, el Jumbo Visma, no quieren que se repitan las imágenes de 2020. En aquella ocasión, Primoz Roglic llegaba a la penúltima jornada de carrera defendiendo 57 segundos respecto a Tadej Pogacar, su imberbe compatriota que había empezado a asombrar al mundo ciclista tras su victoria en Los Machucos de 2019, en aquella Vuelta a España en la que los dos eslovenos se aliaron, sin fortuna, contra Alejandro Valverde, segundo a la postre en Madrid. Pogacar acabó pulverizando a Roglic en la contrarreloj de La Planche des Belles Filles para conseguir su primer Tour. 

La herida no ha cicatrizado todavía en la escuadra neerlandesa y Vingegaard se mantiene ‘al loro’ por lo que pueda pasar. “No sé cómo logro estar concentrado, pero es algo que se me da bien. No voy a dejar de hacerlo, me relajaré cuando llegue a París. En jornadas como la de hoy es cuando se puede perder el Tour, hay que estar concentrado en todo momento”, apuntaba el escandinavo. Después de dos días de ‘tute’, con la contrarreloj y la subida a Courchevel, Vingegaard agradeció un día tranquilo en las piernas: “No ha sido una jornada muy estresante, pero el final ha sido muy nervioso. No diría que ha sido una etapa fácil”.

Orgullo de Jutlandia

Otro danés peninsular acaparó los micrófonos tras la etapa. Kasper Asgreen, vencedor del día, manifestaba:“Tenía señalada esta etapa y la de mañana -por hoy-. Todos los miembros de la fuga nos hemos merecido ganar. Al final ha sido como una contrarreloj por equiipos”.