Rafa Nadal 'destroza' a Zverev y ahora se las verá con Raonic

Rafa Nadal ha recuperado mucho más que su juego. Ha recuperado su instinto 'asesino', esa voracidad que solo tienen los campeones, los números 1. Y más importante aún, ha recuperado su confianza mental. Para él, no basta con ganar. Este jueves lo volvió a demostrar en Brisbane ante un 'sparring' de lujo como es el ruso Mischa Zverev, que apenas tuvo tiempo de despeinarse en un partido que solo duró 55 minutos. El resultado lo dice todo: 6-1 y 6-1. Y a la ducha...

Nadal, quinto cabeza de serie, accedió a tercera ronda del Abierto de Brisbane por la puerta grande. Con eficacia y brillantez, provocándose el menor desgaste posible ante lo que pueda venir. En el primer torneo oficial que juega esta temporada -debutó en la exhibición de Abu Dhabi, que ganó- ya pasó por encima del ucraniano Alexandr Dolgopolov, el manacorí superó en todos los frentes el juego de su rival que solo pudo encontrar consuelo en los vestuarios. Rafa fue mejor de manera sisemática desde el fondo de pista, donde desarboló con paralelos y cruzados la defensa numantina y desesperada del ruso, doblegada como un acordeón. 

Otra cosa será el próximo duelo del balear, donde sí podrá evaluar de manera mucho más fiable su puesta a punto. En tercera ronda se encontrará con el siempre incomodo jugador canadiense Milos Raonic, primer favorito del torneo, que se deshizo del argentino Diego Schwartzmann por 6-3 y 6-2. No será un partido fácil para Nadal, pese a que en su particular 'cara a cara' domina el balear por seis victorias a una. La última vez que ambos se vieron las caras fue en dieciseisavos del Masters 1000 de Shanghai, en 2015. Nadal se impuso por 6-3 y 7-6

Milos Raonic presenta en Brisbane al holandés Richard Krajicek como miembro de su equipo en sustitución de Carlos Moyá, que recientemente se ha incorporado al grupo de técnicos de Rafa Nadal. En el caso del canadiense ya se aprecian los cambios, puesto que bajo la asesoría de Krajicek intenta ganar más la red.