La Superliga se redefine mirando a la Premier

Los organizadores del proyecto publican un decálogo que explica cómo debería ser la competición

Lo hacen después de constatar el temor de muchos clubs por la desigualdad entre la Premier y el resto

Así es el nuevo formato de la Superliga

Así es el nuevo formato de la Superliga / Marta Fernández

Ferran Correas

Ferran Correas

Mientras se espera, para los próximos meses, la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que debe decidir si la UEFA y la FIFA incurren en un abuso de posición de dominio como organizadores de las competiciones internacionales, A22 Sportsmanagent, la empresa encargada de organizar la Superliga, proyecto que defienden el Barça, el Real Madrid y la Juventus, sigue trabajando en la futura competición.

Bernd Reichart, el CEO de A22, lleva meses apostando por el diálogo. Se ha entrevistado con centenares de representantes de clubs europeos para conocer sus preocupaciones. Tras todas estas charlas y darse cuenta de que “el desencanto de los clubs va en aumento”, ha presentado en Madrid un decálogo sobre cómo debe ser la competición.

El primer punto dice que las competiciones serán abiertas y estarán basadas en el mérito deportivo. Se espera contar con entre 60 y 80 clubs que se repartirán en varias categorías. Aunque no está nada definido porque “sería absurdo hacerlo antes del fallo de los tribunales”, dice Reichart, habrían ascensos y descensos y conexión con las ligas nacionales para la clasificación. Es decir, que la clasificación llegaría por méritos deportivos y se basaría en las competiciones nacionales.

El segundo punto explica que las competiciones nacionales deben ser los cimientos del fútbol. Serán compatibles los campeonatos nacionales con la Superliga y los participantes en la Superliga deberán seguir comprometidos con sus ligas. Los méritos deportivos en las ligas nacionales te pueden hacer llegar a la cima. No habrá miembros permanentes.

Mejorar la competitividad con recursos estables y sostenibles es el tercer punto del decálogo. En este sentido, todos los clubs jugarían un mínimo de catorce partidos. El máximo sería de 20 fechas, como está aprobado en el formato suizo de la nueva Champions. Se ha llegado a esta conclusión tras recoger la opinión de 50 clubs, que piden un mínimo de partidos a jugar. La competición sería más atractiva y se podrían conseguir más ingresos.

El cuarto punto explica que la competición velará por la salud de los jugadores. En este sentido, la Superliga se compromete a no aumentar el número de partidos de los que ya hay fijados y cree que las asociaciones de futbolistas deben participar en la toma de decisiones respecto a las competiciones.

Muy importante para los organizadores de la Superliga es el quinto punto, que dice que los clubs deben gobernar su propio futuro con normas de sostenibilidad financiera. “Si las ligas nacionales las gobiernan los clubs, por qué no pueden hacerlo en Europa”, dice Reichart. Destaca que los clubs deben gastar solo con los recursos que generan y no con inyecciones de terceros y que el Fair Play debe aplicarse correctamente. “¿Es la UEFA capaz de sancionar? Gestiona el espectáculo y no dejará que un equipo de gran nivel deje ese espectáculo, aunque no cumpla”, dicen desde la Superliga.

El sexto punto del decálogo explica que la Superliga debe ser la mejor competición de fútbol del mundo. “Deben haber partidos más atractivos, más competitivos. Se está perdiendo a los jóvenes, a toda una generación. Debe ser un torneo que enganche desde la primera a la última jornada”.

El punto número siete dice que se debe mejorar la experiencia de los aficionados con mejores estadios e infraestructuras y facilitar la asistencia a partidos fuera de casa y desarrollar y financiar el fútbol femenino.

En el octavo, la Superliga se compromete a desarrollar y financiar el fútbol femenino. Esta financiación debería ir al fútbol profesional pero también al fútbol base.

El noveno punto radica en el deseo de aumentar significativamente la solidaridad. Debe haber solidaridad hacia el fútbol base y la Superliga destinará un mínimo de 400 millones a ello. Según se explica, no puede seguir pasando que el presupuesto de la Fundación UEFA para los niños de África (2,5 millones de euros) sea inferior al sueldo de Ceferin 2,5.

Por último, debe ser fundamental respetar los valores y normativas de la Unión Europea. “Es un disparate, por ejemplo, que no te permitan acudir a la justicia europea. Ese derecho no puede ser negado”, dicen desde la Superliga.

LAS DIFERENCIAS CON LA PREMIER

La Superliga ha confeccionado este decálogo después de numerosas consultas con clubs de toda Europa, en la que ha comprobado tres preocupaciones importantes entre ellos. La pérdida de competitividad a nivel europeo, la estabilidad económica, con muchos clubs viendo negro su futuro y la gobernanza, pues los clubs quieren tener voz y voto en la toma de decisiones.

Según el estudio la pérdida de competitividad y las dificultades económicas de los clubs van de la mano y la cuestión principal radica en las enormes diferencias existentes entre la Premier y el resto de ligas.

El estudio da unos datos espectaculares. No hay más que ver, por ejemplo, los ingresos. Mientras la Premier ingresará 7.110 millones de euros, la Liga se quedará en 3.700 y la Bundesliga en 3.600. Ello provoca que más del 50% de los veinte clubs europeos que más dinero ingresan sean ingleses y que aparezcan en el ránking equipos como el Leicester, el Newcastle, el Everton y el Leeds. El Barça ocuparía la séptima posición.

Las consecuencias de este nivel de ingresos hacen que el salario medio de un jugador que disputa la Premier sea casi siete veces mayor que uno que juega en Francia y el doble de uno que disputa LaLiga. Así, el mercado de jugadores que comparten todos los clubs europeos siempre es beneficioso para la Premier. Cualquier jugador que destaca se va a Inglaterra. “Los clubs quieren recortar esas diferencias”, explica Bernd Reichart.

La brecha entre los equipos ingleses y el resto, que cada vez es mayor, se sustenta en los derechos de televisión. “Solo crecen los de la Premier. Los del resto de ligas están estancados. En algunos países, incluso se paga más por la Premier que por su propia liga. ¿Por qué? Pues porque la Premier ofrece partidos top cada semana”, dice el CEO de A22. Un ejemplo de ello es que los ingresos audiovisuales del último clasificado de la Premier del curso pasado, el Norwich, son doce veces más grandes que los del Ajax y superiores a los del Bayern, la Juventus o el PSG. Mientras el Norwich ingresó 119 millones, el Bayern ingresaba 89, la Juventus 78, el PSG 58 y el Ajax 10.

Ello lleva a un gasto en fichajes muy desigual. Mientras en este mercado de invierno, la Premier se ha gastado 729 millones, entre las otras cuatro grandes ligas europeas, el gasto ha sido de 119 millones.

“El fútbol europeo está en peligro”, concluyen desde los organizadores de la Superliga por estas desigualdades. Porque la Premier es la Superliga. La pregunta es qué pasará si los potentes clubs ingleses no quieren participar en el proyecto. “No renunciamos a los equipos de la Premier, pero la Superliga es viable sin ellos”, admite Reichart, que esperará ahora el fallo del TJUE.