Investigación

El detenido en Zaragoza por apuñalar a su madre tiene una decena de antecedentes

Tráfico de drogas, malos tratos y robos, entre los delitos por los que está fichado | La madre, de 56 años, recibe el alta

Sangre de la víctima en el portal de la casa.

Sangre de la víctima en el portal de la casa. / Jaime Galindo

L. M. G.

No es la primera vez que el joven que apuñaló a su madre en Zaragoza duerme en los calabozos. En su haber tiene una decena de antecedentes policiales por diversos delitos, entre ellos, el

tráfico de drogas

, los

malos tratos

, robo y hasta resistencia y atentado a la autoridad. Desde este lunes suma un delito de lesiones graves. Mientras él está a la espera de pasar ante el juez, Noupian, la víctima recibió el alta hospitalaria.

El Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de

Aragón

continúa investigando esta agresión que se produjo en el transcurso de una acalorada discusión entre ambos en el interior del domicilio familiar, en el número 9 de la calle Biescas, en el zaragozano barrio de Torrero. Sobrevuelan, tal y como adelantó este diario, problemas con el consumo de drogas y que el agresor estaría bajo tratamiento psicológico por ansiedad.

El ataque se produjo poco antes de las 19.30 horas. Dentro del domicilio se produjo una pelea que algunos vecinos pudieron escuchar, si bien pronto los gritos e insultos proferidos por parte del individuo se convirtieron en los de "ayuda" y "socorro" de la víctima. Su hijo, identificado como A. V. G. B., de 36 años y de origen español, le acababa de asestar una puñalada en la pierna izquierda con un cuchillo de cocina.

La víctima inmediatamente salió corriendo del domicilio, mientras su hijo se quedaba dentro del mismo junto a la abuela. Bajó por el ascensor dejando un reguero de sangre a su paso hasta la calle donde un viandante rápidamente la asistió. Fue en la esquina con Fray Julián Garcés.

Por suerte, se topó con un ciudadano que tenía conocimientos sanitarios y hasta llevaba consigo un kit para hacer torniquetes. Se trataba del enfermero de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, quien no dudó ni un minuto en taponar la herida ante la abundante sangre que estaba perdiendo como consecuencia del pinchazo.

Pero no fue el único que acudió en su ayuda, otras dos sanitarias que paseaban por la calle se acercaron a ayudarle, mientras llegaba la ambulancia del 061 que la estabilizó y trasladó al hospital universitario Miguel Servet de la capital aragonesa donde ingresó en estado grave. Por suerte, evolucionó bien la herida y ayer fue dada de alta.

Mientras su madre estaba desangrándose, el joven A. V. G. B. permaneció impasible en el interior del domicilio mientras hablaba por teléfono móvil. No mostró resistencia cuando fue detenido e introducido en el interior del coche patrulla de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón. Antes había guardado el arma empleada, si bien fue localizada por los agentes del Grupo de Homicidios y de la Policía Científica que realizaron un registro del lugar en el que se produjo el ataque. 

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