Leticia Dolera: "¿Fútbol? Yo soy de Vero Boquete"

Pide más apoyo para el deporte femenino y que los futbolistas se 'mojen' contra el machismo

Leticia Dolera hace un pedido a los futbolistas

Leticia Dolera hace un pedido a los futbolistas / Cristina González

Carme Barceló

Nos vemos en las calles!”. Leticia Dolera se despidió así, con su libro y una manzana en la mano, animando a los presentes a parar el 8M por la igualdad. Delgada com un junco, parece frágil. Nada más lejos de la realidad. Esta actriz, guionista y directora de cine catalana tiene fuerza para darle muchos mordiscos al sistema y visibilidad a su lucha. Es de las que se moja y se implica. Mover el avispero le ha supuesto a Leticia “ser incómoda, sí, porque cuando agitas y remueves obligas a salir de la zona de confort, que es algo que asusta”. No abandera un movimiento “de mujeres contra hombres, nada más lejos de la realidad, sino de igualdad y por un mundo más justo. Creo que debemos cambiar la construcción de la masculinidad. ¿Por qué llorar tiene que ser para ellos un signo de debilidad? ¿Por qué está mal visto que cambie de opinión o pida una reducción de jornada?”.

Consciente de que este entrevista es para un medio deportivo, aprovecha para pedir que “los futbolistas se ‘mojen’ contra el machismo. Son un referente para muchos. ¡Pues que desafíen al sistema y sean valientes!”. Leticia Dolera reconoce que “no soy una gran aficionada al fútbol pero si me preguntas cuál es mi equipo te diré que soy de Vero Boquete. Démosle más visibilidad al deporte femenino, por favor. En Estados Unidos o en Suecia, el fútbol femenino está cien pasos por delante de España. Las consideran tan ‘estrellas’ como a los hombres”. 

Leticia jugaba a voley en la liga catalana cuando era una niña. “Un día nos dijeron que cambiábamos el pantalón corto por un ‘culotte’, como en el voley playa -explica-. O lo que es lo mismo: nos pedían que jugáramos en bragas. Salí con el short pero me obligaron a cambiarme y tragué. Y pueden decir que lo hice porque quise y es verdad pero lo cierto es que obedecí porque, si no, no podía jugar y me encantaba hacerlo”. El camino de la igualdad, como el de la canción, es largo y tortuoso pero Leticia Dolera va bien calzada para darle patadas a las piedras.

‘Morder la manzana’, el libro con el que la revolución será feminista o no será

En esta obra, Leticia Dolera expone diversos aspectos que engloba la lucha por la igualdad.

Feminismo. A la autora, la definición de la RAE le resulta poco precisa y que da cabida a muchas dudas. “Ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres” es, para Dolera, “bastante androcentista. ‘Andro’ viene de hombre y ‘centrismo’, de colocar en el centro, por lo que parece que el feminismo persiga que las mujeres se asemejen a los hombres. Los pone a ellos y a sus derechos como lo aspiracional, como la representación de los humano”. Leticia cree que la definición de Angela Davis es mucho más correcta: ”El feminismo es la idea radical de que las mujeres somos personas”.

#Metoo. Leticia Dolera, al igual que muchas mujeres, abrazó el feminismo “por la necesidad de respuestas ante los comportamientos feroces con los que ataca el patriarcado. Para encontrar un bálsamo que cure las heridas que abren el machismo, los abusos sexuales, la desigualdad salarial o el maltrato”. Por ello, en ‘Morder la manzana’ explica cómo sufrió acoso escolar durante dos años y medio.

Micromachismos. Para la autora son las discriminaciones que sufren las mujeres cada día y que, por pequeñas que parezcan, perpetúan el sistema.