El Dragón y la rosa

El Barça vive su propia travesía en el desierto

A Valentí Sanjuan lo más suave que le dicen es que está loco

Valentí Sanjuan, una figura respetada

Valentí Sanjuan, una figura respetada / SPORT & STYLE

Carme Barceló

Carme Barceló

"Acabar reventado. Roto. Sin poder levantar ni un dedo. Todo eso y mil cosas más que podrían empujarte a abandonar y, ¿sabes?, siempre vale la pena”. Me agoto solo de verle en las redes sociales y releer mis apuntes pero, a la par, me genera todo un ‘chute’ de energía. ¿Por qué es un tipo normal? ¿Por qué duras circunstancias le obligaron a darle la vuelta al calcetín y le costó, como humano que es? Por todo eso y por esa sensación de tener ante ti a una persona reinventada a lo bestia que, en un par de semanas, se enfrenta a su décima Titan Desert.

A Valentí Sanjuan lo más suave que le dicen es que está loco. Y él, a sí mismo, un flipado. Sus aventuras rozan la inconsciencia pero detrás de cada reto hay una preparación máxima y “unas tremendas ganas de compartir y que la gente me acompañe en cada kilómetro que sumo. Ya sea en una montaña o en un desierto, todo lo que hago me provoca una energía positiva que intento contagiar”. Y a fé que lo consigue.

Diez años lleva Valentí cruzando metas, sumando ‘ironmans’ y conectando con sus fieles seguidores casi a diario. Con ellos charla de lo divino y de lo humano, incluso de fútbol. Muy culé, apoya al Barça Femení desde hace años y considera que “aún les queda camino para conseguir la igualdad que merecen pero lo que están consiguiendo es impresionante. El fútbol no es de hombres o mujeres. Es fútbol y punto”. El primer equipo masculino le preocupa un poco más aunque “Xavi me parece el puto amo. Estamos en muy buenas manos. Vivimos una etapa difícil pero hay que acabar en segunda posición y con la cabeza bien alta. ¿Una travesía en el desierto como la mía? (Sonríe) Si es así, costará pero acabará bien".

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