Salvación o extremaunción

El Wisla fue el primer verdugo del Barça de Guardiola en 2008, pero mucho han cambiado las cosas desde entonces

El Cracovia, inferior en aficionados y palmarés, puede enviar a su gran rival, ahora en descenso, por primera vez a segunda división

Cracovia Krakow y Wisla Krakow, en un derbi

Cracovia Krakow y Wisla Krakow, en un derbi / Sport Onet PL

Sergio Vázquez Jodar

“Nos jugamos el año en este partido”, dijo Guardiola antes de enfrentarse al Wisla. El Barcelona disputaba la previa de la Champions League y traía un 4-0 en el Camp Nou. El conjunto azulgrana se clasificó, pero perdió 1-0 en Cracovia y el Wisla fue el primer verdugo del Barça de Guardiola, que meses después alzaría el ‘sextete’.

El equipo polaco, que venía de ganar su liga, vivía en 2008 tiempos boyantes. Era el claro dominador de su país y del derbi de la ciudad contra el Cracovia, que en 2012 iba a descender. Mucho han cambiado las cosas desde entonces antes de que se vuelvan a enfrentar en un partido en el que el Cracovia, inferior en aficionados y palmarés, puede enviar a su gran rival, ahora en descenso, por primera vez a segunda división.

La rivalidad entre los dos equipos de la capital polaca es larga. Sus caminos se bifurcaron desde su nacimiento, en 1906. El Wisla, nombrado así por el río Vístula, fue fundado por un grupo de estudiantes, mientras que el Cracovia fue creado por los trabajadores de las fábricas. Que el equipo utilice su nombre en latín no es casualidad: fue elegido como símbolo reivindicativo del catolicismo cuando Polonia estaba controlada por imperios con corriente ortodoxa.

La religión ha sido un motivo de diferencia en el derbi. Mientras que a mitad de siglo la ‘Estrella Blanca’, como se conoce al Wisla, quería considerarse un club polaco al 100%, el Cracovia abrazó minorías étnicas, como la judía. Uno de los símbolos del Cracovia sigue siendo la Estrella de David y los ultras del Wisla llaman ‘judíos’ a sus rivales, utilizándolo como insulto. El derbi, además, se conoce como ‘Guerra Santa’ y el aficionado más famoso del Cracovia fue el Papa Juan Pablo II. Incluso retiraron el dorsal número 1 por el pasado de guardameta de Karol Wojtyla.

Kuba, el héroe del Wisla

Si el Cracovia mira al cielo para encontrar a su Mesías, el Wisla mira al vestuario. Diez años después de la previa contra el Barça, Jakub Blaszczykowski salvó al club en el que se había formado. Mientras ‘Kuba’ participaba en la final de la Champions con el Borussia Dortmund y disputaba Mundiales y Eurocopas, el Wisla empezó a hundirse.

La ‘Estrella Blanca’ tuvo su gran momento desde 1997, cuando Boguslaw Cupial, un empresario de telefonía, adquirió el club. El Wisla levantó ocho ligas en once años y se distanció claramente del Cracovia. Pero los resultados empeoraron y en 2016 el empresario vendió el club, que pasó por varias manos hasta llegar a los Sharks, uno de los grupos ultra con mayor influencia. Sectores radicales ocuparon puestos de responsabilidad y en lo más alto de la pirámide se colocó Pawel Michalski, el líder de la banda, que había sido condenado en 1998 por lanzarle un cuchillo a Dino Baggio en un partido de la Copa de la UEFA. Poco después, Michalski, acusado de liderar una banda criminal, huyó de Polonia, lo que provocó una desbandada en la directiva y pérdidas económicas para el Wisla.

Tras un nuevo fiasco con un comprador, en diciembre de 2018 la situación era límite. Los jugadores no cobraban y el Wisla tenía la amenaza de que se suspendiera su licencia para jugar en la primera división polaca. En esta espiral autodestructiva, Blaszczykowski terminó contrato con el Wolfsburgo, aportó el dinero que necesitaba el club para seguir vivo (más de medio millón de euros en total) y quiso jugar gratis en el Wisla. La Federación lo obligó a cobrar el sueldo mínimo, por eso Kuba recibió unos 115 euros al mes.

Todavía en las filas del Wisla, a sus 36 años, Blaszczykowski no juega desde agosto por una rotura de ligamento. Él salvó la entidad, que rozó la desaparición, pero la resurrección deportiva está lejos de llegar. En medio del descalabro de la ‘Estrella Blanca’, el Cracovia se asentó en primera gracias a la inversión de patrocinadores. De hecho, en 2020 ganó la copa, el primer título para el Cracovia en más de 70 años. La pujanza de los ‘Rayados’ ha provocado que el derbi se haya vuelto a recrudecer. Con ocho muertos en los enfrentamientos entre ultras en los últimos años, ni Wisla ni Cracovia firmaron el pacto de no agresión que sí acordaron aficiones de otros clubes.

Mañana se vivirá un nuevo duelo que podría ser el último en años. El Wisla, segundo equipo con más ligas, está en descenso, a dos puntos de la salvación, y tras el derbi solo quedarán tres jornadas. El Cracovia no se juega nada. Nada, claro, excepto darle la puntilla casi definitiva a su gran rival y colaborar en el que sería el primer descenso de la historia del Wisla.

Cracovia-Wisla

CRACOVIA

50°03’41’’N 19°56’14’’E

 Población

760.000 habitantes

País

Polonia

 Distancia entre estadios

1,1 km: del Josef Pilsudski (aforo, 15.016) al Henryk Reyman (aforo, 32.804)

Hat-trick de consejos

 CÓMO LLEGAR

Hay vuelos directos a Cracovia desde varias ciudades de España, desde Madrid y Barcelona hasta Girona, Palma, Sevilla, Alicante o Gran Canaria. No tendrás problemas para llegar en autobús desde el aeropuerto al centro, separados por 15 km.

QUÉ VISITAR

Para entender mejor la ciudad, el continente y el drama humano de la Segunda Guerra Mundial, puedes programar tu visita a Auschwitz desde Cracovia, ya que está solo a 70 km de distancia. No hay que perder las huellas de la historia.

DÓNDE SALIR

Una leyenda urbana dice que Cracovia es la ciudad con mayor densidad de bares y discotecas del mundo. Lo puedes preguntar en el Frantic club, uno de los locales más antiguos, donde organizan fiestas temáticas y pinchan DJs famosos.

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MAÑANA, 01.05.2022 (17:30 h)