Los goles de Rodrigo y Alcácer homenajean a Quini

Buena imagen de la Selección ante Islas Feroe

Buena imagen de la Selección ante Islas Feroe / sport

Javier Giraldo

Javier Giraldo

Llamado a convertirse en una fiesta del gol en memoria de Enrique Castro 'Quini', el partido de España ante las Islas Feroe en El Molinón acabó convertido en un simple trámite: la selección cumplió el expediente y tramitó a la selección más débil del grupo de clasificación para la  Eurocopa con dos goles de Rodrigo y otros dos, ya en el tramo final, de Paco Alcácer

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Fase Clasificación Eurocopa 2020

4
0
Alineaciones
España
De Gea, Carvajal, Ramos (c) (Unai Núñez, 83'), Hermoso, Gayà, Rodri, Parejo, Thiago, Suso (Sarabia, 67'), Oyarzábal (Alcácer, 59') y Rodrigo.
Islas Feroe
Nielsen, Vatnsdal, Gregersen (c), Baldvinsson (Eriksen, 54') Vatnhamar, Hendriksson, Hansson, Davidsen, Edmundsson (Bartalsstovu, 65'), Olsen (Egilsson, 86') y Bjartalíð.

Aunque la visita de España al estadio que lleva el nombre del 'Brujo' ya fue un homenaje en sí misma, el 'momento Quini' se vivió en el prólogo del encuentro, cuando se desplegó una lona en la grada Este del Molinón con la figura del jugador asturiano.

También se proyectó un video con algunos de sus goles y además, dos ex jugadores del Sporting, Eloy y Ablanedo, entregaron una camiseta de la selección (con el dorsal 9) a Pablo, uno de los nietos de Quini. El minuto de silencio se reservó para recordar a Xana, la hija de Luis Enrique, en el regreso de la selección a su ciudad natal. 

nueve cambios en la alineación

Robert Moreno cambió casi por completo el once que había ganado en Rumania: solo repitieron Sergio Ramos (convertido ya en el jugador español con más partidos internacionales, 167) y en ataque, Rodrigo Moreno como referencia, acompañado en las bandas por Oyarzábal y Suso.

En la medular, Rodri ejerció de Busquets y a Parejo y a Thiago les tocó la generación del juego ante una selección modesta y replegada, con cinco defensas y cuatro centrocampistas. Islas Feroe, colista del grupo y sin puntos, firmó una derrota más que digna porque se defendió con seriedad, orden y nobleza

España gobernó el partido con la autoridad que se le supone, pero a la selección le faltó el ritmo que había tenido en Bucarest. Echó en falta el equipo un futbolista que se moviera por detrás del punta, un especialista en último pase: lo intentó una y otra vez Thiago, el más creativo de los centrocampistas, pero a España le faltó fluidez y velocidad en la circulación

El primer gol no se hizo esperar: en el minuto 12, Oyarzábal peleó un balón enredado en el área y lo cedió para Rodrigo, que remató -en posible fuera de juego- libre de oposición a la red de Nielsen.

Lo que parecía ser el prólogo de una goleada se convirtió en un primer acto muy plano: España se adueñó del balón y ocupó sin problemas el campo rival, pero no tuvo la claridad de ideas ni el desborde ni la velocidad para superar el entramado de Lars Olsen

España apenas contó ocasiones claras en los primeros 45 minutos, más allá de un remate forzado de cabeza de Rodrigo y de un extraordinario remate de volea de Thiago a la salida de un córner que el meta de Feroe detuvo en la base del poste.

La segunda mitad, más dinámica

En la segunda mitad, sin embargo, España apretó el acelerador: desbordaron y profundizaron los laterales y los delanteros empezaron a tirar desmarques. La selección abrió el campo y a Feroe se le hizo un mundo, con 45 minutos por delante. 

No tardó en volver a ver puerta Rodrigo, con un movimiento excelente en el área, de fuera hacia adentro y un remate impecable, que tocó en un defensa antes de colarse en la red de Nielsen. Si algún jugador necesitaba goles era Rodrigo, que en Rumania había dejado una sensación agridulce. 

España creció en el partido al mismo tiempo que Feroe menguaba. Alcácer sustituyó a Oyarzábal a la hora de partido,  para ocupar la posición de delantero centro y desplazar a Rodrigo a la banda derecha.

La entrada de Sarabia, que suplió a Suso, también dinamizó el ataque de España, que acumuló más jugadores en el borde del área rival. Claramente inclinado del lado de España, el partido se convirtió en un asedio a la portería de Feroe.

Se trataba de acumular goles, más que de jugar, circunstancia que desvirtuó el partido porque por momentos, los jugadores parecieron hacer la guerra por su cuenta en busca del gol. 

De Gea aparece en el partido

Hubo tiempo, sin embargo, para medir a De Gea: Feroe pilló a España desprevenida y en una contra, Bjartalíð se plantó ante el portero del United, que salvó la ocasión con el pie. Fue prácticamente su única intervención en el partido: poco a poco el debate de la portería se apaga en favor de Kepa.  

Quedó tiempo para el debut como internacional absoluto de Unai Núñez (todos los convocados por Moreno han tenido minutos en esta dupla de partidos salvo Pau López) y también para cumplir otra de las tradiciones de esta selección, el gol de Alcácer. En este caso, el doblete.  

Alcácer siempre aparece

Apareció el delantero valenciano por el área para rematar con delicadeza una internada de Thiago por la banda derecha. Tiene algo Alcácer con la selección, una especie de 'feeling' que le permite presentar una media goleadora extraordinaria. pocos jugadores aseguran tanto el gol con la selección como el jugador del Dortmund, siempre fiable. 

Suyo fue también el colofón: un gol, el cuarto y último de la selección, de puro oportunista. Metió la cabeza en un centro templado de Gayà y el balón se coló por el primer palo de la portería de Nielsen, incapaz de reaccionar. 

Pudieron ser más goles, pero tanto España como Feroe se conformaron con cuatro: la selección rindió homenaje a Quini, uno de los futbolistas más entrañables de su historia, y mantiene su pleno de victorias (seis de seis) camino de la Eurocopa.